La macrofusión de los conglomerados químicos mundiales Du Pont (con un complejo fabril y de servicios en Tamón) y Dow Chemical, ambos estadounidenses y con implantación en España, recibió ayer, con medio año de retraso y tras una largo proceso de escrutinio, la aprobación de las autoridades europeas de la Competencia, que han impuesto a ambos grupos la obligación de realizar importantes desinversiones.

En el caso de Du Pont, la compañía deberá vender parte de su negocio de productos fitosanitarios, incluidas áreas de investigación. Aunque una las tres factorías de Du Pont en Asturias pertenece a esta división, en la que da empleo a más de medio centenar de los 700 trabajadores que la compañía tiene en la región, la multinacional descartó que la venta de activos que le impone la Unión Europea (UE) vaya a afectar a la instalación asturiana.

La exigencia comunitaria obliga a Du Pont a reducir su posición en investigación y producción de herbicidas (para cereales, colza, girasol, arroz y pastos) e insecticidas (para frutas y verduras). Aunque la factoría asturiana produjo algunos insecticidas en el pasado, desde hace años está dedicada en exclusiva a la fabricación de diversos tipos de fungicidas, por lo que queda al margen del mandato comunitario.

En el caso de Dow Chemical, la compañía de Michigan tendrá que vender su negocio global de copolímeros de etileno ácido acrílico (EAA) e ionómeros, lo que afecta a una planta de EE UU y a otra de Tarragona. Para facilitar la autorización europea, Dow ya pactó en febrero la enajenación de esta área de negocio a la multinacional SK Global Chemical, de Corea del Sur.

Optimismo de los grupos

Du Pont dijo ayer que ya está manteniendo conversaciones con posibles compradores de los negocios de los que deberá desprenderse: fábricas de herbicidas de hoja ancha y de insecticidas para insectos mascadores y su área de investigación y desarrollo en protección de cultivos, salvo la parte vinculada al tratamiento de semillas, nematicidas y los programas de innovación y desarrollo de última generación.

La autorización por la UE supone un gran respaldo de la operación. Aunque aún están pendientes las aprobaciones por las autoridades chinas y de EE UU, y pese a que el organismo indio de la Competencia expresó la semana pasada algunas cautelas y temores por el potencial daño al libre mercado de este proceso de concentración y de otros que están en marcha en el sector, tanto Du Pont como Dow expresaron ayer su convicción de que lograrán el respaldo final para su proyecto.

Las exigencias desinversoras que impuso la UE no dañará la viabilidad de la fusión, según dijeron ayer las dos multinacionales porque, en su opinión, se "mantiene la lógica estratégica y el potencial de creación de valor de la transacción".

La fusión, que se acometerá de forma paritaria (los accionistas de cada grupo tendrán el 50% de la compañía resultante), nacerá con una capitalización de 130.000 millones de dólares (119.400 millones de euros) y la previsión de obtener un ahorro de costes de 3.000 millones de dólares (2.755 millones de euros) y otros 100 millones de dólares (91,86 millones de euros) en sinergias de crecimiento. El grupo resultante (con una facturación de 66.934 millones de euros y 117.000 empleados, antes de las desinversiones) se erigirá en uno de los tres grandes operadores mundiales junto con las proyectadas fusiones por absorción (pendientes de autorización) de Monsanto por Bayer y de Syngenta por Chem China. Basf ocupará la cuarta plaza en el "ranking" de la industria química mundial.

División en tres empresas

Aunque la unión de Du Pont y Dow (anunciada el 11 de diciembre de 2015) estaba previsto haberla consumado a fines del año pasado, el proceso regulatorio la ha demorado. La nueva fecha que se prevé para culminar la integración es, salvo nuevas prórrogas, a fines del próximo trimestre.

La compañía resultante de la fusión de Du Pont (fundada en 1802 y con sede en Wilmington, Delaware) y Dow (nacida en Midland, Michigan, en 1897) abrirá a partir de entonces un proceso para desgajarse en tres compañías independientes, especializadas -de forma respectiva- en productos agroquímicos, productos especializados y ciencias de los materiales. El complejo fabril y de servicios de Tamón se repartirá entre las dos primeras, que quedarán bajo el liderazgo de la actual Du Pont. La Dow ahora existente liderará la tercera sociedad. Este proceso de escisión se prolongará durante año y medio o dos años, por lo que previsiblemente no culminará hasta 2019.

Un representante del SOMA-FITAG (sindicato minoritario en Tamón) expresó tranquilidad, una vez que la empresa garantizó que las ventas exigidas por la UE no afectarán a Asturias y que sólo tendrán que cambiar de compañía algunos comerciales de productos agroquímicos de Barcelona.