Bankinter deberá devolver cerca de 100.000 euros a una pareja de Siero que en 2008 contrató una hipoteca de las llamadas multidivisa, en la que la evolución de sus cuotas estaba ligada a la de una moneda extranjera, en este caso yenes japoneses. Mientras que el euro estaba fuerte no había problema, porque lo que tenían que pagar cada mes descendía, pero, en cuanto la moneda europea se debilitó, su préstamo se disparó, y pasaron a deber mucho más de los 147.000 euros que habían solicitado. El magistrado de Primera instancia número once de Oviedo, Eduardo García Valtueña, entiende que la entidad financiera no aportó la suficiente información a los clientes sobre el riesgo del crédito que estaban firmando, y también le da un tirón de orejas al notario, del que asegura que tampoco les asesoró como debería.
Marcelino Tamargo, del despacho Espacio Legal, que actuó en el juicio en representación de los afectados, asegura que "en este tipo de préstamos es habitual, como en este caso, que el capital pendiente de amortizar acabe siendo mayor que cuando se firmó la hipoteca". En el caso de la pareja sierense la diferencia llegó a los 100.000 euros, que ahora les tienen que devolver. Lo que no es tan habitual es que los jueces asturianos se pronuncien en este tipo de asuntos a favor de los consumidores, destacan desde el despacho, ya que generalmente están dando la razón a las entidades bancarias.
Para justificar su decisión el magistrado Eduardo García Valtueña asegura en la sentencia que "la entidad financiera incumplió los deberes de información, al no incorporar situaciones sobre escenarios diversos de evolución del tipo de cambio, no entregó un folleto informativo, ni la oferta vinculante, ni el proyecto de escritura pública". Y añade: "Tales incumplimientos y omisiones no fueron suplidas por la intervención notarial al entregar la escritura del préstamo". El juez también asegura que las cláusulas impuestas a los sierenses en su préstamo eran poco "transparentes".
