La compañía ovetense Healthsense ha necesitado más de seis años de investigación y una inversión de más de medio millón de euros en I+D para lanzar su primer producto sanitario, que estará en el mercado en aproximadamente seis meses. Será un sensor para medir los niveles de creatinina en sangre, lo que ayuda a, por un lado, anticipar el fallo renal y, por el otro, a hacer un seguimiento de cualquier patología relacionada con los riñones, incluso para pacientes que han recibido un trasplante. Lo consiguen mediante un simple pinchacito en el dedo, con un mecanismo similar al de los glucómetros que ya se usan para controlar la diabetes. La gota de sangre que brota de esa pequeña herida, y que lleva toda la información necesaria (en lo que ellos llaman biomarcadores), va a una tira de cristal que se introduce en un lector, de un tamaño más pequeño que el de un teléfono móvil, que se encarga de hacer el análisis de forma instantánea. A su vez, esos datos se envían a una aplicación de móvil que se ha diseñado para tener un control aún más exhaustivo.

La idea de Healthsense es la de conseguir adelantarse a las enfermedades mediante un sistema que posibilita la detección fácil y rápida de algunas dolencias, muchas de ellas de alta presencia entre la población. Y su aspiración es, aseguran, que los pacientes lo puedan tener en casa y así evitar desplazarse hasta el hospital cada vez que quieran medir alguno de sus niveles. El director del departamento de I+D de la compañía, Gabriel Álvarez, explica que "así se puede hacer un seguimiento continuo de la enfermedad". El producto está pasando las últimas fases de validación antes de dar el salto definitivo al mercado. El trabajo de maduración comenzará a dar sus frutos.

Llevan con orgullo ser la primera "spin off" que nació entre los laboratorios y quirófanos de un hospital en España. Lo hizo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). La compañía fue fundada por el catedrático de Química Analítica de la Universidad de Oviedo Agustín Costa y por el jefe del servicio de Inmunología del HUCA, Carlos López Larrea. Asturias se les queda pequeña, y tienen una clara vocación internacional. Gabriel Álvarez está convencido de que su sistema puede ser muy valorado en países donde existe una gran dispersión de la población. Entre sus objetivos está vender el producto en Colombia, México, Perú y Rusia.

Nuevos sistemas

Mientras esperan por su primer lanzamiento comercial, trabajan en la creación de nuevos sistemas para la detección temprana del cáncer de próstata y del alzhéimer. La primera es una enfermedad que, auguran, irá ganando protagonismo en los próximos años. Aunque en este caso tendrán que darle una vuelta de tuerca al concepto. El medidor tendrá que ser algo más grande, por lo que tendrá que instalarse en los centros de salud. El problema de esta prueba, aseguran desde la compañía, es que no está aún cien por cien claro a partir de qué valores de la analítica significa que hay algo que no va bien. Un escollo que esperan que la comunidad científica supere en breve.

Otra historia muy diferente será la de la detención del alzhéimer. Healthsense ha firmado un acuerdo con una fundación llamada Neurociencias, especializada en el estudio de enfermedades neurodegenerativas, y están estudiando la viabilidad de un dispositivo para capturar marcadores (que están en el líquido encefalorraquídeo) responsables de la progresión de esa enfermedad. Aunque su afán, y lo que tienen ya en estudio, son medidas para tratar de frenar el avance de esta dolencia.