Banco Sabadell, que en Asturias y León opera bajo la marca Sabadell-Herrero, abordará en las próximas semanas un ajuste de su red comercial que supondrá el cierre de cuatro sucursales físicas de zonas rurales y su sustitución por un nuevo servicio de "oficina móvil", un vehículo que acudirá varias veces a la semana a las localidades afectadas. El plan alcanza a las agencias ubicadas en Figaredo (Mieres), Campomanes (Lena), Olloniego (Oviedo) y La Foz (Morcín). El servicio móvil también se llevará a Soto de Ribera (Ribera de Arriba), ahora sin oficina, y podría extenderse a medio plazo a otros lugares que tampoco disponen de ellas.

La clausura de las oficinas se producirá en mayo, indicaron fuentes del grupo financiero que preside José Oliu. Subrayaron también que, desde el punto de vista de la entidad, la operación supone una transformación del servicio y no un cierre de sucursales en sentido estricto. En Figaredo, Campomanes, Olloniego y la Foz de Morcín desaparecerán las oficinas estables y dotadas de personal. Se mantendrá el servicio de cajeros automáticos, y el vehículo de la "oficina móvil" acudirá tres días a la semana, en un horario que aún está por fijar, para cubrir las necesidades de quienes requieran atención personalizada. El vehículo que se utilizará está pendiente de permisos y retoques de diseño.

Portavoces del banco explicaron que los cambios ya han sido comunicados a los ayuntamientos e incidieron en que "los servicios quedarán perfectamente cubiertos". Según esas fuentes, además del funcionamiento de las "oficinas móviles", el banco dispone de un servicio de gestores que realizarán visitas personalizadas a las empresas y autónomos. "No se produce en ningún caso exclusión financiera", señalaron las fuentes.

Los recortes en las redes comerciales de los bancos han generado con frecuencia quejas por la extinción de los servicios financieros en zonas rurales y a menudo con poblaciones muy envejecidas. La alternativa de utilizar servicios móviles, como la oficina-bus que prepara el Sabadell-Herrero, es nueva en Asturias, aunque tiene precedentes en otras regiones españolas. Novagalicia Banco (hoy Abanca) la usó en zonas rurales gallegas, y Caja España (hoy CEISS, integrada en el grupo Unicaja), lo ha hecho en Castilla y León. El propio grupo Sabadell ha recurrido a las oficinas sobre ruedas en algunas comarcas de Cataluña y en otras de la zona de Levante, dentro del área comercial de la antigua Caja del Mediterráneo (CAM), absorbida por la corporación de raíz catalana a finales de 2011.