Asturias y, en menor medida también España, sigue distanciándose de la media europea de riqueza por habitante medida en unidades de poder adquisitivo.
España, que en 2011 estaba cuatro puntos por debajo del promedio de la UE en producto interior bruto (PIB) por habitante en igualdad de poder de compra (el promedio español equivalía al 96% del rango medio de la UE), se situó al cierre de 2015 (el dato que acaba de difundir Eurostat, la oficina estadística europea) en el 90%, diez puntos por debajo.
En el caso de Asturias, la desviación de la riqueza europea ha sido aún mayor en estos cuatro últimos años: de situarse en el 91% del promedio de la UE, ha bajado al 79%, con lo que ha retrocedido 12 puntos porcentuales respecto a la UE y ha ampliado su diferencial negativo con el promedio de España en seis puntos.
De las 276 regiones europeas analizadas, Asturias ocupa el puesto 180.º por el PIB generado por ciudadano. Aunque mejoró su posición relativa desde el puesto 244.º que ocupaba en 2011, desde 2013 ha ido deslizándose a la baja: cayó del puesto 143.º al 180.º.
Entre 2011 y 2015 la posición española en el "ranking" europeo fue regresiva a lo largo del periodo: si en 2011 era el decimosegundo país de los 28 con un mayor PIB per capita en poder adquisitivo, en 2015 había perdido dos puestos y se situó en la decimocuarta plaza, por detrás de Luxemburgo (264% de la media de la UE), Irlanda (177), Países Bajos (128), Austria (128), Dinamarca (127), Alemania (124), Suecia (124), Bélgica (119), Finlandia (109), Reino Unido (108), Francia (106), Italia (96) y Malta (93).
En el contexto nacional, Asturias, aunque se alejó de los promedios español y europeo, ha persistido en la novena posición de riqueza generada en poder de compra por habitante, por detrás de Madrid (123% de la media europea), País Vasco (119), Navarra (113), Cataluña (107) Aragón (99), La Rioja (98), Baleares (93), Castilla y León (84) y Cantabria (81). Galicia, que en 2011 estaba cuatro puntos por debajo de Asturias, se situó en 2015 al mismo nivel que el Principado.
Madrid, el noreste español y el este del país son las áreas que concentran las regiones con mejores ratios de riqueza, seguidas por el noroeste, el centro, el sur y Canarias por este orden.
El caso asturiano está muy penalizado por la baja tasa de actividad de la región (la menor de España) a causa del envejecimiento demográfico y de la elevada tasa de jubilados y prejubilados, lo que significa que una menor fracción de población contribuye a generar actividad económica. Asturias tiene una población activa equivalente al 50,9% de su censo frente al 58,95% de media nacional.
España en su conjunto también arrastra dos rémoras: que el país va a recuperar su nivel de PIB previo a la crisis un año después que el promedio europeo y que el país arrastra la segunda mayor tasa de paro de Europa y de la OCDE, lo que -a igual productividad- perjudica el PIB y sólo parcialmente se ve compensado -a efectos del cálculo del PIB per cápita- por la caída de la población que se produjo desde 2012.
La disparidad del PIB per capita en términos de poder de compra entre unas y otras regiones europeas es enorme: la región más pobre (la búlgara de Severozapaden) tiene un nivel equivalente al 29% del promedio europeo mientras que la más rica, la zona más próspera de Londres disfruta del 580%.
El PIB per capita refleja la capacidad de generación de riqueza de una economía por habitante. Habitualmente se utiliza también como una medición homogénea y muy aproximada a la renta por habitante, pero esta equiparación no es válida en Asturias, donde la renta que disfrutan los ciudadanos es superior a la riqueza que generan en virtud de las elevadas transferencias que recibe la comunidad del Estado, fundamentalmente de la caja única de la Seguridad Social. El Principado es, de lejos, la comunidad donde la renta disfrutada supera con más holgura al producto generado. Según la última estimación del Instituto Nacional de Estadística (INE), difundida en diciembre, Asturias disfruta de una renta por habitante que es 2,6 puntos superior a la media española, pero contribuye a la riqueza nacional con una producción por habitante 12,6 puntos menor al promedio. Por consiguiente, la posición asturiana es más ventajosa en el contexto español y europeo en términos de renta disponible que en producto interior bruto.
