Las políticas mal llamadas de austeridad impuestas en los últimos años han aumentado la precariedad laboral, han reducido los salarios y las prestaciones sociales y han recortado derechos y libertades. Y sabemos bien quienes las han aplicado.

La economía española lleva tres años creciendo, pero la clase trabajadora sigue sumida en una profunda crisis económica, de empleo y de expectativas. Mientras aumentan los beneficios empresariales, las patronales siguen resistiéndose a que los salarios tengan una subida digna en los próximos años.

En Asturias, el desempleo sigue siendo una lacra insoportable para 84.168 personas que queriendo trabajar no pueden hacerlo. Los avances en la creación de empleo son escasos, lentos y poco sólidos, porque el empleo que se crea ahora es de peor calidad.

Además, las personas en paro están más desprotegidas. La cobertura de las prestaciones por desempleo ha marcado en la región un nuevo mínimo: tan sólo un 46,3% de los parados inscritos que han cotizado previamente recibe prestaciones. Más de 50.000 parados y paradas registrados en Asturias están excluidos del sistema de protección por desempleo.

Necesitamos empleo estable y más protección social. Y urge mejorar los salarios, empezando por el salario mínimo interprofesional, que debería situarse en 1.000 euros al final de la legislatura. También exigimos pensiones dignas, para lo que es imprescindible derogar la reforma de 2013, que está empobreciendo a nuestros mayores, y fijar mecanismos para garantizar que no perderán poder de compra.

No es poco lo que nos han quitado y necesitamos recuperar. Hay que derogar las últimas reformas laborales que tanto daño han hecho al mercado de trabajo; poner en marcha un plan de choque por el empleo y una estretagia para la industria; devolver a los sindicatos el necesario equilibrio de fuerzas en la negociación colectiva; reformar el sistema de prestaciones por desempleo y establecer una prestación de ingresos mínimos para combatir la pobreza, una reforma fiscal integral...

El manifiesto de este 1 de Mayo subraya que la etapa de los recortes y de la precariedad se tiene que terminar ya. Tenemos que cambiarla, negociando y presionando, en las empresas y en la calle. No hay excusas.

Así lo reclamaremos, alto y claro, en la manifestación de Avilés.