Los sindicatos SOMA-FITAG-UGT e Industria de CC OO exigieron ayer a los seis grupos políticos con representación en la Junta General que actúen como intermediarios con la dirección de Capsa, filial de Central Lechera Asturiana (Clas), para que les aclare el futuro y los planes de la empresa a "medio y largo plazo". Las centrales aseguran que han tomado la decisión de adoptar esta medida de presión para que la compañía suelte prenda sobre su proyecto industrial después de varios intentos de acercamiento fallidos en el contexto del conflicto por el nuevo convenio colectivo.

Tras una mañana de reuniones en el edificio de la Junta, el secretario general de Industria de CC OO, Damián Manzano, señaló que "les hemos trasladado nuestra preocupación por el futuro de los 700 trabajadores de la planta de Granda (Siero) y de una gran parte del sector lácteo y del campo asturiano". Mientras que el líder del SOMA, José Luis Alperi, aseguró sentirse preocupado porque desconoce las ideas y el proyecto que tiene Capsa para el Principado. Los sindicalistas destacaron la "receptividad total" de todos los grupos políticos para hacer la tarea que les han pedido y ejercer de intermediarios.