El Banco Santander, el mayor banco de la zona euro, se hizo ayer por un euro con el Banco Popular, el sexto banco español, cuya continuidad fue juzgada inviable por el Banco Central Europeo (BCE) y el Mecanismo Único Resolución Bancaria (MUR) europeo. La adjudicación al Santander se decidió a las seis de la madrugada tras considerar el consejo rector del MUR que la oferta presentada por la entidad presidida por Ana Botín era "la única que cumplía los requisitos". Las autoridades europeas consideraron que la intervención y expropiación de facto del Popular era inaplazable por la fuga de depósitos y el derrumbe del valor en Bolsa. El "agujero" de la entidad fue cuantificado en 11.129 millones.

El Santander asume la totalidad del Popular (que ayer ya no cotizó en Bolsa y que ya no lo volverá a hacer) y garantiza el 100% de los ahorros de los depositantes. La operación no conlleva ayudas públicas, pero entraña la pérdida de la totalidad del dinero invertido por los 305.000 accionistas y tenedores de deuda subordinada y bonos convertibles en acciones del Popular, y supondrá a corto o medio plazo la desaparición de la marca del banco madrileño tras 91 años.

España, en la que el Gobierno del PP había dado por saneado el sistema financiero, se convirtió ayer en el primer país en el que se aplica la nueva normativa de resolución de bancos en crisis, y que supone que sólo se recurre al dinero de los contribuyentes si antes se han agotado todas las opciones para el que capital privado asuma el coste. España fue así una vez más -ya ocurrió con las quitas a las participaciones preferentes de las antiguas cajas intervenidas- en "laboratorio" de una norma de la que han sido eximidos otros países. Italia acaba de lograr autorización para inyectar recursos públicos a la Banca Monte dei Paschi di Siena sin apenas daño para sus inversores.

El Banco Santander, el mayor banco español, logra, con la anexión del Popular, reconquistar el liderazgo en el mercado nacional y convertirse en la mayor entidad privada en Portugal. Pese a ello, la Bolsa penalizó levemente al banco cántabro con una caída del 0,88%, probablemente por el temor al efecto dilutivo que para los actuales accionistas del Santander conllevará la ampliación de capital que acometerá el banco en julio por un importe de 7.000 millones (con derecho de suscripción preferente para los actuales titulares de acciones del banco que preside Botín) y que se destinará íntegramente a sanear el negocio del Popular y a restablecer los niveles de solvencia y de cobertura de riesgo. A este mismo fin se han destinado, por decisión de las autoridades europeas, los 2.098,4 millones de capital social del Popular, otros 1.346,5 millones de instrumentos de capital de categoría uno y otros 684 millones de categoría dos que fueron emitidos por el banco en los últimos años y adquiridos por inversores privados

De la suma de estos recursos (que suponen la pérdida del 100% de lo invertido por los particulares en unos u otros tipos de títulos y activos) más la ampliación que hará el Santander resultan los más de 11.000 millones de saneamientos que, según el BCE y la Junta Única de Resolución, precisaba el Popular y hacía inviable, a su juicio, su continuidad como banco independiente.

La alta exposición del banco (que había sido en los años 80 y 90 uno de los más saneados y rentables del mundo) a la "burbuja" inmobiliaria española en los años de la euforia económica nacional y el agudizamiento de estos riesgos por la compra en 2011 del Banco Pastor, de Galicia, abocó al final abrupto del Popular tras ocho días consecutivos de derrumbe el Bolsa que supuso la pérdida del 50% de su capitalización bursátil en una semana.

La Comisión Rectora del organismo estatal español Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que actuó como ejecutor de las órdenes europeas, justificó la decisión de venta forzosa del Popular por un euro en aras al "interés público" tras "considerar" que el banco estaba "en graves dificultades, sin que existan perspectivas razonables de que otras medidas alternativas del sector privado puedan impedir su inviabilidad en un plazo de tiempo razonable".