"Liberbank es una entidad sólida, ya que disponemos de unos niveles de solvencia que superan de forma holgada los requerimientos de la regulación y contamos con una posición de liquidez que se sitúa entre las mejores de los bancos cotizados españoles". Manuel Menénez, consejero delegado de Liberbank, hizo ayer esa afirmación en respuesta al fortísimo castigo que el banco de raíz asturiana ha sufrido esta semana en la Bosa, damnificado por el nerviosismo que ha generado la intervención y venta del Popular y también por las operaciones de los llamados "bajistas" (inversores que apuestan a favor de la caída de un valor). "La reciente volatilidad en la cotización -añadió Menéndez- está influenciada por factores externos al banco, de carácter especulativo, puesto que no han ocurrido hechos relevantes que justifiquen los cambios tan bruscos en el precio de las acciones".

Las manifestaciones del también expresidente de Cajastur se producen en el contexto de las medidas desplegadas por Liberbank para transmitir confianza a clientes e inversores ante la tormenta de estos días en la Bolsa. Entre el jueves y el viernes, los títulos se dejaron el 32% de su valor (cerraron el viernes a 68 céntimos), a pesar de que las opiniones de analistas bursátiles y expertos financieros están coincidiendo en que no son comparables las situaciones de Liberbank y del Popular. Sin citar explícitamente al banco madrileño, Manuel Menéndez abundó ayer en esa idea: "No es adecuado establecer paralelismos entre procesos que son diferentes en lo sustancial, pues la realidad de cada banco es distinta. Nuestra posición de liquidez supera los 12.000 millones de euros y los depósitos de personas físicas representan en torno al 96% del total de los depósitos del banco, de los cuales el 97% tienen un saldo inferior a 100.000 euros".

Los niveles a los que hace referencia el ejecutivo aseguran la atención a la clientela y marcan una de las diferencias medulares con el Popular, cuya caída se precipitó por problemas de liquidez. En la hipótesis más extrema -que no se plantea Liberbank, precisaron fuentes del banco- el hecho de que casi todos los depósitos sean inferiores a 100.000 euros hace que estén garantizados por ley, blindados ante cualquier circunstancia.

Manuel Menéndez puso otro acento en el respaldo expresado por los inversores cualificados y estables de Liberbank. "El 70% del accionariado en manos de inversores institucionales ha mostrado su respaldo al banco, especialmente en los últimos días señaló". Ese apoyo se explicitó también durante un consejo de administración celebrado el pasado viernes tras el cual se emitió una declaración aprobada por unanimidad para expresar "la plena confianza en la solidez, liquidez y capacidad de atención a todos los clientes del banco". Los accionistas representados en el consejo (las tres fundaciones bancarias de las antiguas Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, la Corporación Masaveu y el inversor mexicano Ernesto Tinajero) manifestaron su "vocación de estabilidad en el accionariado del banco, conscientes de sus fortalezas y de su capacidad para generar valor".

La cotización bursátil de la entidad se desplomó en las jornadas siguientes a la compra del Popular por el Santander y ha encadenado diez sesiones a la baja pese a las diferencias que existen entre la situación estructural y entre los riesgos de Liberbank y del Popular, remarcan los expertos. ¿Por qué esa reacción de la Bolsa? Los especialistas apuntan a una combinación de circunstancias: el nerviosismo generado por la liquidación del Popular y sus impactos en la confianza de accionistas y bonistas; las maniobras especulativas de los llamados "bajistas" o el hecho de que Liberbank sea más vulnerable a ellas que otras entidades por su modesto tamaño y la "estrechez" del valor, expuesto por ello a mayor volatilidad (casi el 70% del capital está controlado por el consejo y otros accionistas estables, de modo que sólo 30% fluctúa en Bolsa).

"Los fundamentales de Liberbank (ratios de solvencia, liquidez y otros que retratan la fortaleza de una entidad financiera) no tienen nada que ver con los del Banco Popular, pero los mercados en el corto plazo no atienden mucho a razones, hay reacciones viscerales y comportamientos gregarios muy peligrosos", expone Antonio González, presidente de la agencia de valores asturiana R3 PWM. Esa sobrerreacción estaría en primer lugar conectada con la forma en que se resolvió la crisis del Popular, primer caso en el que se aplica el nuevo Mecanismo Único de Resolución, procedimiento pactado en Europa que, para minimizar el impacto en los contribuyentes en caso de intervenir o liquidar un banco, descarga las pérdidas sobre accionistas y otros acreedores (inversores en bonos convertibles y deuda subordinada).

El pánico y la confusión generados por el "efecto Popular" se contagió a Liberbank tanto en el mercado secundario de renta fija, donde el precio de sus títulos de deuda subordinada descendió, como en el de renta variable, con numerosos accionistas deshaciendo sus posiciones.

"Los nervios andan a flor de piel, y en ese clima es fácil para algunos aprovechar para ganar mucho dinero". Ruben Vilela, "broker" asturiano, alude a la operativa de los inversores más especulativos, los fondos de alto riesgo y otros que operan asiduamente con apuestas a crédito y a la baja contra valores que consideran vulnerables. La mecánica es la siguiente: se piden títulos prestados de accionistas, generalmente de otros fondos o carteras que no tienen intencion de vender las acciones a corto plazo y que las ceden en alquiler a cambio de una prima (algunas agencias están ofreciendo remuneraciones equivalentes al 5% TAE); el "bajista" vende inmediatamente esas acciones porque tiene la expectativa de que su precio va a bajar (su propia acción contribuye a ello) para la recomprarlas después a un precio menor y obtener con ello una plusvalía. Esto es, quien alquiló acciones de Liberbank y las vendió el jueves (a un euro) para recomprarlas en la tarde del viernes (a 65 céntimos, valor medio en la sesión) obtuvo una plusvalía bruta (antes de descontar el alquiler y los impuestos) del 35%.

La concentración de apuestas bajistas, combinada con el comportamiento gregario de otros inversores grandes o pequeños, puede provocar pérdidas bursátiles como las vistas esta semana en Liberbank y antes en el Popular, donde las también llamadas "posiciones cortas" llegaron a controlar el 12% del capital del banco. En el caso de Liberbank, los últimos registros del regulador bursátil (CNMV) son del 26 de mayo y reflejan que los "bajistas" controlaban cerca del 1,4% del capital. En el mercado se da por seguro que en fechas más recientes esas posiciones se han intensificado y que parte de los especuladores que apostaron contra el Popular despliegan ahora su fuego contra Liberbank.