Las dos cajas rurales asturianas (la de Asturias y la de Gijón), junto con las otras 27 cooperativas de crédito del Grupo Rural, todas ellas partícipes del Banco Cooperativo Español y de otras sociedades conjuntas, podrán constituir un fondo de garantía mutua, que se denominará Mecanismo Institucional de Protección (MIP), que les permitirá hacer frente a posibles necesidades de recursos propios a la vez que cada caja podrá seguir con su propios órganos de gestión y cuenta de resultados, según un real decreto ley de medidas urgentes, aprobado ayer por el Consejo de Ministros.

Según hizo público el Ministerio de Economía, las cajas rurales y otras cooperativas de crédito dispondrán de dos fórmulas de consolidación y autoprotección. Una, más liviana, denominado MIP normativo, y por la que se siempre se inclinó el grupo del que forman parte las dos cajas rurales asturianas, presupone la dotación de un fondo de apoyo recíproco sin merma de la actual autonomía de cada entidad. La otra, a la que podría ser más proclive el grupo de cajas rurales que lidera Cajamar, consiste en un MIP reforzado, por el cual las cooperativas mutualizan al 100% sus resultados y riesgos y cuentan con una entidad de cabecera que dirige casi todas las decisiones, por lo que tendrán la consideración de grupo consolidable. Ambas vías suponen el reconocimiento de una mayor solvencia y, por lo tanto, menores requerimientos de capital y aportaciones también inferiores al Fondo de Garantía de Depósitos.