La muerte por un disparo en el pecho de Miguel Blesa no impedirá que sus herederos tengan que asumir la responsabilidad civil de delitos y, por lo tanto, hacer frente a las posibles indemnizaciones, a no ser que renuncien a la herencia. La muerte de una persona investigada extingue su responsabilidad penal, pero no la civil que pueda acarrear, por lo que si existiera dicha responsabilidad derivada de un delito, ésta pasa a los herederos del fallecido. El el caso de las "tarjetas black", Blesa fue condenado a seis años de cárcel, pero recurrió al Supremo. Con la muerte de Blesa ese recurso cae de forma automática, pero sus herededos tienen la posibilidad de presentar otro. Además están las causas pendientes de los sobresueldos de Caja Madrid y de las preferentes.