Uno de los casos más sonados tuvo lugar hace unos meses en Sevilla. Una eléctrica fue sancionada por Competencia por haber suscrito de forma irregular a una clienta varios contratos de gas, electricidad y mantenimiento. La compañía se defendió asegurando que había sido el marido de la usuaria quien había firmado. Pero la afectada nunca había estado casada. Un comercial se hizo pasar por su marido.