Asturias es la cuarta región con mayor gasto medio anual por beneficiario de las rentas mínimas de inserción o prestaciones de las comunidades autónomas para personas sin ingresos y en riesgo de exclusión social.

Según la última memoria del Consejo Económico y Social (CES), el gasto promedio asturiano, fue en 2015 (cuyo dato se hizo público ayer) de 2.275,8 euros, sólo inferior a País Vasco (3.236), La Rioja (3.000) y Cataluña (2.322). Tras ellas se sitúa Navarra (2.216). El promedio español se situó en 1.514. De las cinco regiones que lideran el importe medio, todas, salvo La Rioja, son las comunidades con los salarios promedio más elevados de España.

Los beneficiarios de rentas mínimas de inserción aumentaron en España el 28% en el ejercicio 2015, hasta 789.672 perceptores, mientras que el gasto medio anual por beneficiario creció un 1,48%, hasta 1.514,2 euros. Asturias, con 44.781 beneficiarios (el 29% más que un año antes), concentra el 5,56% de quienes reciben esta prestación en España, frente a un peso demográfico de la región del 2,1% de la población española.

El CES pone de manifiesto en su última memoria anual la necesidad de una mayor coordinación entre las administraciones para reforzar unas ayudas que no constituyen un verdadero sistema de protección social, sino una red de prestaciones que varían de una región a otra.

El País Vasco es la comunidad que más gasto dedicó al abono de la renta mínima de inserción (RMI), con 3.236 euros por cada beneficiario en 2015, frente a los 514 euros de Castilla-La Mancha, en tanto que el gasto total en el conjunto del país fue de 1.359 millones, el 16,5 % más que un año antes.

La cuantía mínima promedio por titular y mes creció en 2015 hasta los 435,80 euros, casi un 4 % más, después de dos años de descenso que rompieron con la dinámica creciente registrada desde 2002, mientras que la cuantía máxima promedio por unidad familiar y mes también creció, el 1%, hasta 671,54 euros.