La compañía asturiana Duro Felguera se mantiene en negativo en la Bolsa por segundo día consecutivo. Tras el severo castigo de ayer, con un retroceso del 11,48%, esta mañana suma una caída adicional del 7,4%, con lo que ha establecido el precio de su acción en 0,5 euros. Duro reduce así su valor de mercado a 80 millones de euros.

La cotización está penalizada tanto por la querella Fiscalía Anticorrupción contra la compañía, su actual presidente y su antecesor en el cargo por supuestos sobornos en Venezuela para lograr el contrato de construcción de una planta energética en 2009 como por las dudas sobre el futuro inmediato del grupo, una vez que esta semana vence el periodo de moratorio de tres meses que los bancos acreedores otorgaron en julio a la ingeniería en virtud del cual suspendieron el cobro de la deuda financiera de la compañía y sus intereses.

La banca acreedora pactó ayer en una reunión en Madrid ofrecer a Duro un nuevo acuerdo de suspensión del cobro de sus deudas e intereses de cuatro meses adicionales (hasta el 31 de enero) para dar tiempo a la sociedad a que acometa su recapitalización con la entrada de nuevos inversores, venta de activos y negociación con las entidades financieras para refinanciar la deuda que éstas no conviertan en capital.

Las declaraciones del presidente de Duro, Ángel del Valle, a los sindicatos asegurando que no hay avances en los tratos con la banca y que no se vislumbran inversores dispuestos a entrar en la sociedad (lo que contradice otras versiones internas y de los acreedores) ha sumado incertidumbre. Fuentes cercanas al consejo aseguraron que al menos la parte más afín al presidente rechazará un nuevo acuerdo con la banca de moratoria de la deuda si ésta no concede de inmediato avales y líneas de financiación a la sociedad. El presidente dijo a UGT y CC OO que sólo está garantizado el pago de los salarios de septiembre y octubre a los 2.000 empleados del grupo.