El consejo de administración de Duro Felguera decidió anoche aceptar la propuesta de la banca acreedora por el que ambas partes firmarán un nuevo pacto de suspensión del pago de la deuda de la ingeniería y sus intereses antes de que el sábado venza el pacto que está vigente desde el 4 de julio.

La decisión del consejo de Duro se adoptó, tras un largo debate, en la confianza de que la banca vaya a desbloquear unos avales para que la sociedad pueda recuperar dinero pignorado.

La decisión desbloquea el riesgo de ruptura en las conversaciones entre la empresa presidida por Ángel del Valle y los seis mayores acreedores bancarios y aleja el riesgo de que la compañía, con 2.000 empleos, pudiera verse abocada a escenarios complejos, entre ellos un eventual proceso concursal.

La firma de una nueva moratoria que eximirá a Duro de pagar sus débitos a la banca por cuatro meses (la banca ofrece firmarlo hasta el 31 de enero) se concibe -al igual que el pacto análogo que está vigente hasta pasado mañana, sábado- como un periodo de tregua financiera para dar tiempo a la sociedad y a los bancos a culminar el proceso en marcha para recapitalizar la empresa asturiana con la entrada de nuevos accionistas, incorporación de las instituciones crediticias al capital mediante la conversión de parte de la deuda en acciones, refinanciación del resto, venta de activos para generar recursos y cambios en la cúpula de la sociedad.