Todas las empresas emergentes o "start-up", nacidas al calor de las nuevas tecnologías, se enfrentan a lo que en el sector ya se conoce como "el valle de la muerte", un momento en el que ilusión del arranque se apaga y comienza la verdadera lucha por la competitividad en una mercado en constante evolución. Responsables de las compañías emergentes asturianas Zapiens App, ABA-Mobile, UCO Trading e I-Sen destacaron la importancia de los entornos colaborativos y de la internacionalización desde el minuto cero -posible gracias a internet- como claves para consolidar los negocios. Lo apuntaron durante la segunda sesión de las IV Jornadas de "La Asturias que funciona", una iniciativa impulsada por el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA y por la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Oviedo, con el patrocinio de Liberbank, la colaboración de Asturex y el transporte oficial de Alsa.

"Las empresas tecnológicas, un segmento emergente que mira al futuro" fue el título de esta segunda sesión, que volvió a llenar la sede del Club Prensa Asturiana, con presencia mayoritaria de estudiantes universitarios. Juan Ventura Victoria, profesor del área de Organización de Empresas de la Facultad de Economía de la Universidad de Oviedo, fue el encargado de moderar la mesa y de situar a las empresas emergentes en el contexto de la ya conocida como Cuarta Revolución Industrial, "que es la revolución del conocimiento y que va a cambiar todos los paradigmas y reglas del juego". Además destacó la importancia de la figura del emprendedor "que ve las oportunidades, les da forma con su trabajo y su labor es vital para que Asturias funcione".

Iván Arrizabalaga Getino, responsable técnico del desarrollo y funcionamiento de los sistemas de información en Zapiens App, abrió las ponencias destacando que "dentro de diez años no nos reconoceremos ninguno de los que estamos aquí" y para reafirmar su pronóstico señaló que diez años atrás "no existían las herramientas que hoy nos canibalizan, como es el caso de Instragram o Whatsapp". Arrizabalaga señaló que el origen de Zapiens App, empresa de aplicaciones de dispositivos móviles denominada anteriormente Blunder y nacida en San Claudio (Oviedo), se produjo hace dos años con la democratización del acceso a la inteligencia artificial. El objetivo de la compañía es aportar a las organizaciones "certezas sobre el conocimiento de sus empleados". Mediante aplicaciones móviles, por medio de cuestionarios en forma de juegos, las empresas pueden elaborar mapas de los conocimientos de sus plantillas para tomar decisiones. Grandes multinacionales y corporaciones, como Volkswagen, Audi, Unilever, Siemens, DB, RTVE, Telefónica, Correos y Nespresso, han confiado en esta pequeña compañía asturiana, que, curiosamente, no tiene clientes en su región de origen.

"En el punto de arranque están muchas horas de trabajo, pero a nosotros también nos llegó nuestro valle de la muerte, el momento en el que pasamos de la ilusión inicial a pensar que íbamos a empufar a toda la familia, pero con nuestra intolerancia al 'no' y a base de prueba y error hemos logrado que nuestra 'start-up' no sea un zombi, que genere dinero y valor para nuestros clientes", afirmó Arrizabalaga, confiado en que "el futuro es tecnológico, porque todas esas nuevas herramientas se colarán en todo lo que hacemos".

ABA-Movile también está especializada en el canal móvil, pero se centra en el desarrollo de aplicaciones a la carta para las empresas utilizando tecnologías como la NFC (en castellano, comunicación de campo cercano), que hace posible, por ejemplo, el pago con el móvil. "La NFC no sirve sólo para pagos, proporciona un montón de servicios", destacó Nerea Sánchez Sánchez, directora general de ABA-Mobile, empresa nacida en 2012 en el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) de Llanera. En cinco años la compañía pasó de tener dos a diez trabajadores. "Nosotros también hemos superado la curva de la muerte", señaló la directora general de ABA-Mobile, que destacó el empujón que supuso para la empresa la firma de un contrato con la división de iluminación de la multinacional Philips para digitalizar todo el catálogo que llevan los comerciales de forma que esté actualizado en todo momento. "El contrato fue para España y Portugal, pero se ha ampliado a los servicios centrales y ahora también estamos trabajando para la compañía en Italia, Polonia y Reino Unido", afirmó Nerea Sánchez, que destacó como puntos clave de la estrategia de la compañía la internacionalización y la colaboración. "Con internet nuestros servicios están en cualquier parte del mundo al instante, con lo que nacimos con visión internacional. Y también es muy importante la colaboración con otras empresas del sector. Somos pequeños, pero juntos podemos hacer cosas interesantes", señaló Sánchez, que puso como ejemplo los desarrollos conjuntos que realizaron junto a Blunder, hoy Zapiens App.

"Las ideas no se pueden copiar porque son variables, hay que quitarse ese miedo y abrirse a la colaboración con otras empresas para establecer sinergias", destacó por su parte Ruka Muñiz Pimentel, creador de la herramienta I-Sen, diseñada para detectar de forma temprana el acoso escolar en las aulas preservando el anonimato de los estudiantes. Se logra a través de un termómetro emocional, representado por pictogramas en una pantalla electrónica que los alumnos deben seleccionar cinco veces al día en función de su estado de ánimo. Un algoritmo perfilado por psicólogos y pedagogos analiza los datos y detecta posibles casos de "bullying". "Hacemos algo básico, pero con los datos obtenidos los resultados son brutales", señaló Muñiz, que destacó la importancia de formar grupos multidisciplinares y las posibilidades que da la red para probar las posibilidades de "cualquier mínimo producto viable". I-Sen trabaja ahora junto al Ayuntamiento de Gijón en una herramienta para que los ciudadanos valoren su experiencia con los funcionarios de la Administración local.

UCO Trading también es una empresa emergente, pero mucho menos virtual. Nacida en 2013, se dedica a comprar aceite vegetal usado en establecimientos hosteleros de Iberoamérica, transportarlo a Europa y venderlo a las fábricas de producción de biodiésel, beneficiadas por las directivas de reducción de emisiones de la UE. "Somos mercaderes. Nuestros proveedores son las empresas que recogen el aceite en los bares y nuestros clientes son las empresas que utilizan esos residuos para fabricar combustibles con menos emisiones", señaló Luis Rodrigo Poch, general manager en UCO Trading, que había trabajado en el sector y detectó ese nicho de negocio. Así, por ejemplo, el biocombustible que sirve la compañía portuguesa Galp en gasolineras de toda Europa tiene un 95% de gasóleo A y un 5% de aceites vegetales tratados a partir del suministro de compañías como la asturiana UCO Trading. "Yo descubrí que era un buen comercial y potencié esa faceta en la que podía destacar. Ser empresario es eso y además luchar, fallar, levantarse u echarle un par de narices", señaló Rodrigo Poch como recomendación a los estudiantes.