Enagás confía que la regasificadora de Gijón pueda comenzar a funcionar a lo largo del año 2019. Los plazos los dio esta misma mañana el director general de la compañía, Claudio Rodríguez Suárez, durante unas jornadas técnicas sobre el mantenimiento en el sector de la energía que organiza la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de Oviedo y la Asociación Española de Mantenimiento. Pero para que pueda arrancar a la instalación aún le quedan por superar algún que otro obstáculo administrativo.

Rodríguez aseguró que espera que a finales del año esté listo ya el real decreto que tramita el Gobierno para levantar la moratoria por la cuál esta instalación permanece hibernando desde el año 2012, año en el que culminó su construcción sin haber entrado nunca en funcionamiento.

Pero no será el único escalón. Enagás también tendrá que realizar un nuevo Estudio de Impacto Ambiental, obtener otra autorización administrativa y determinar la viabilidad comercial de la planta que costó unos 282 millones de euros. Todo eso, sostuvo Rodríguez, "dependerá mucho de los trámites administrativos pero puede estar entorno a un año y medio o dos años".

El director general de Enagás también defendió a capa y espada la viabilidad de la regasificadora, y aseguró que la considera capital dentro de su estrategia.