Caja Rural de Asturias ha obtenido, a 30 de septiembre, un beneficio neto de 21,5 millones de euros, cifra que supone un incremento interanual del 14,21%. El volumen de negocio en estos primeros nueve meses del año ha ascendido a 5.404 millones de euros, un 7,8% superior al registrado en el mismo periodo del año anterior.

Según informó la entidad bancaria, la evolución mantenida en estos primeros nueve meses del año "cumple con las previsiones del ejercicio y con el objetivo de crecer en el negocio sostenible y recurrente". Además, Caja Rural logró 17.272 nuevos clientes. De ellos, 14.378 son economías domésticas y 2.894 son autónomos y empresas.

Los depósitos de los clientes aumentaron un 9,84% en dicho período y alcanzan los 3.239 millones de euros. En cuanto al crédito, aumentó un 4,97% y ascendió a 2.165 millones de euros. La Caja concedió hasta septiembre un total de 10.805 operaciones crediticias por un importe total acumulado de 251 millones de euros de los que corresponde al sector productivo 103 millones de euros.

Entre enero y septiembre de 2017, el margen de intereses y dividendos fue de 58,9 millones de euros, un 4,03% superior al del mismo periodo del anterior. Este crecimiento se ha visto apoyado por el mantenimiento del dinamismo de la actividad.

El margen bruto ascendió a 73,9 millones de euros, cifra que supuso un aumento interanual del 2,98%. Además, la evolución favorable del negocio se completó con unos recursos fuera de balance de 413,6 millones de euros, cifra un 20,27% superior a la registrada en 2016.

En cuanto a los indicadores de riesgo, mantuvieron su evolución positiva. La morosidad mantuvo su tendencia a la baja al cerrar en septiembre en un 4,40% frente al 5,99 del año anterior. En términos de solvencia, la caja mantiene sus indicadores con una ratio de capital total del 21,23%