Duro Felguera se ha visto obligada a renunciar a cuatro proyectos que le habían sido adjudicados en Chile, Brasil y Panamá por un importe de 918 millones, lo que supone prescindir del 38% de su cartera de pedidos, que se reduce así de los 2.100 millones de euros a 1.305 millones. Al ritmo de ventas de 2016, la actual carga de pedidos garantiza la actividad del grupo para 1,8 años.

Esta merma de la cartera se suma a las dificultades financieras por las que atraviesa el grupo, pese a lo cual y a la carencia de avales bancarios a la espera de un acuerdo con los acreedores, la compañía ha logrado contratos hasta el 30 de septiembre por un importe de 547,8 millones, el 70,6% más que en los nueve primeros meses del año anterior.

"La actividad de la compañía, tanto a nivel comercial como operativo, se está viendo afectada negativamente por el proceso de refinanciación. En particular, la falta de disponibilidad de líneas de riesgo está limitando la nueva contratación y dificultando el avance de los proyectos en cartera", informó ayer la sociedad a los inversores.

Las ventas en los tres primeros trimestres se redujeron el 0,4% en tasa interanual y se situaron en 478,8 millones. Las dificultades financieras y los costes de reestructuración (2,9 millones) supusieron que la compañía haya registrado unas pérdidas netas en los tres primeros trimestres de algo más de 11,49 millones frente a unos beneficios de 1,58 millones en el mismo periodo de 2016.

La restricción en el acceso a avales está penalizando también a los talleres del grupo (situados en Asturias), que redujeron sus ventas el 31,3% y el 48% la cartera, y arrojaron un resultado operativo (ebitda) negativo en 3,91 millones, lo que se atribuyó a la merma de ventas y los costes extraordinarios por el cierre de la filial Tedesa.

Duro Felguera anunció que va a poner en marcha un "plan de adecuación de eficiencia operativa y estructura enfocado a mejorar la competitividad de todas las líneas de negocio". No se precisó si supondrá un ajuste laboral porque las medidas están por definir.

El "ebitda" o resultado operativo del grupo empeoró el 87% y se situó en 2,88 millones positivos, mientras que la deuda neta aumentó en 38 millones en el tercer trimestre respecto al segundo debido sobre todo a la cobertura de las necesidades de circulante de los proyectos en ejecución. Con ello, la deuda neta se situó a 30 de septiembre en 267,62 millones, el 5,6% más que doce meses antes. El "ebit" o resultado de explotación (antes de impuestos e intereses) cayó el 91,3%: bajó de 17,33 millones a 1,5 millones en un año.

La pérdida de los cuatro contratos en Hispanoamérica por 918 millones obedece a causas propias y ajenas. En Chile, Duro se vio privado del proyecto de Bio-Bio Genera (Octopus) por 127 millones porque el promotor no logró el permiso medioambiental. Ahora se ha convocado un nuevo concurso al que también opta la compañía. En Brasil, la ingeniería ha tenido que renunciar a dos proyectos por un importe conjunto de 735 millones. Son el proyecto de Río Grande, cancelado por la revocación de la licencia, y del denominado Novo Tempo por la venta del mismo. En Panamá Duro tuvo que prescindir del proyecto Vopak, de 56 millones, por carencia de avales.

El grupo ultima la presentación de alegaciones ante el Tribunal Económico-Administrativo Central contra la reclamación por 122 millones que la Agencia Tributaria demanda a la sociedad en diversas actas de inspección incoadas. Duro no prevé tener que hacer desembolsos.