El gasto corriente por habitante de la Administración del Principado, que comprende como partida principal la remuneración de la plantilla y resto de costes laborales, ha superado los niveles de 2008, previos a la crisis. En cambio, la inversión regional permanece hundida tras haber caído el 70% en ocho años.
Ese comportamiento de las cuentas públicas regionales se retrata en un reciente informe elaborado por el BBVA sobre la marcha de la economía asturiana. Allí se constata que en 2016 y 2017 el esfuerzo del ajuste se ha concentrado de nuevo en la inversión, prolongando la política iniciada en 2010. Los datos corresponden a otro estudio para el BBVA del economista asturiano Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). Los resultados trazan para el caso del Principado el panorama que se sintetiza en los siguientes puntos.
Gasto real. El gasto autonómico real por persona (sin contar los intereses de la deuda) fue en 2016 el 12% inferior al de 2008 y hasta el 17% más bajo que en 2009, de acuerdo con los índices elaborados por De la Fuente. El primero de esos ejercicios marcó el inicio de al Gran Recesión. En el segundo se produjo un incremento del gasto en el conjunto del país coincidiendo con las políticas de estímulo público con las que en primera instancia se hizo frente al retroceso del producto interior bruto (PIB).
Gasto corriente. Este capítulo comprende el dinero destinado a pagar al personal (salarios y cotizaciones sociales) y los suministros. Refleja por tanto los costes de funcionamiento de los servicios públicos, principalmente la sanidad, la educación y otros de carácter social. El gasto por habitante en este apartado marcó en 2010 un nivel ya superior al de 2008 (2,3% mayor), pero aún inferior a los observados en 2009 y en 2011. En el caso de la remuneración de la plantilla pública, el nivel está también por encima del registrado en 2008 y un 3% por debajo del resultado de 2009, ejercicio en el que las distintas Administraciones españolas habían aumentado las contrataciones como parte de la estrategia anticrisis de expansión del gasto. A partir de 2010 y con los recortes que siguieron a la crisis del euro, el dinero del Principado para personal, medido en euros por habitante, tocó fondo en 2012 y desde entonces aumentó el 8,8%. Este resultado está influido por el encarecimiento efectivo de los costes, aunque también en parte por el descenso de la población. El gasto de personal así medido es superior al de 2008 en la mayoría de las autonomías, salvo Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha y Madrid.
La inversión. El dinero destinado por la Administración asturiana a inversiones (infraestructuras y equipamientos, principalmente) marcó en 2016 un valor que supone un retroceso de casi el 70% en relación a 2008, superior a la media española (61%). Este capítulo se ha desplomado en todas las comunidades autónomas, sin que apenas se haya recuperado desde 2013. Esto es, la tibia mejora observada en los ingresos de las Administraciones regionales a partir de 2014 (5,2%) ha sido destinada a financiar el gasto corriente de los servicios públicos y los costes de la deuda a la vez que se prolongaban los recortes en obras. Esta tónica ha llevado a Ángel de la Fuente a formular la siguiente alerta: "La evolución de la inversión productiva es ciertamente preocupante. Su volumen real por habitante se ha reducido a menos de la mitad de su valor inicial (en comparación con 2003) en el conjunto del país y en 13 de las 17 comunidades autónomas, sin que se observe una recuperación en la parte final del período en la mayoría de los casos. De no corregirse en un tiempo razonable, esta situación terminará comprometiendo la calidad de los servicios públicos que las comunidades autónomas pueden prestar".
La deuda. El informe muestra también cómo el gasto por habitante para pagar los intereses de la deuda autonómica más que se duplicó en los últimos ocho años en Asturias, si bien el nivel de endeudamiento del Principado es de los más moderados de España. La carga financiera de los intereses se ha reducido además casi el 40% desde 2014, presumiblemente gracias a las operaciones de refinanciación negociadas por el Gobierno asturiano y al acceso a los fondos de liquidez del Ministerio de Hacienda.
El documento del BBVA sobre la economía asturiana expone también que las cuentas autonómicas estaban el pasado mes de agosto cerca del equilibrio presupuestario, tras haber prolongado la práctica de concentrar el esfuerzo de ajuste en la inversión.
