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La crisis se ceba en Asturias en los jóvenes, con sueldos de 500 euros, y lastra el futuro de las pensiones

Los salarios de los menores de 25 años, el 31% más bajos que en 2008 | El gasto crece cinco veces más que las cotizaciones

La crisis se ceba en Asturias en los jóvenes, con sueldos de 500 euros, y lastra el futuro de las pensiones

Los jóvenes asturianos que tienen menos de 25 años se están incorporando al mundo del trabajo con salarios medios que apenas superan los 500 euros al mes, en torno a un 30% inferiores a los que se registraban a las puertas de la Gran Recesión, en 2008. Ese deterioro del nivel de ingresos, frecuente e intenso también entre quienes tienen hasta 35 años, confirma que las nuevas generaciones son las más golpeadas por la precarización de las condiciones laborales, un fenómeno que a la vez está acentuando las dificultades financieras del sistema público de pensiones por las menores cotizaciones sociales.

Detrás del modelo español de Seguridad Social (de reparto) hay un contrato social e intergeneracional: las personas en edad de trabajar y que tienen ocupación sostienen con sus aportaciones (y las de sus empresas) las prestaciones de los mayores, quienes antes cumplieron ese mismo contrato con las generaciones precedentes. El envejecimiento de la población, por la baja natalidad y la mayor esperanza de vida, y el cercano acceso a la jubilación de las grandes cohortes de españoles nacidos en las décadas del "baby boom" (años 60 y 70 en España), a menudo con carreras de cotización largas, salarios medios altos y por ello con derecho a pensiones también elevadas, son algunos de los factores que comprometen la sostenibilidad del sistema. Y un sector de expertos cree además que, por el lado de los ingresos, la precarización del empleo y el cambio de modelo laboral que traerá la nueva revolución tecnológica (contratación bajo demanda, más inestable) añaden amenazas e incertidumbres por el lado de los ingresos. Incluido el riesgo de que los jóvenes, en número decreciente y en riesgo de tener peores condiciones laborales que sus padres, se cuestionen contribuir a un sistema del que quizá no lleguen a beneficiarse en el futuro.

Los números de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social aportan la información que se explica en los siguientes puntos sobre la situación de los jóvenes asturianos que trabajan y también acerca del gasto en pensiones.

Menos jóvenes y peor pagados. Según la Agencia Tributaria, en 2016 hubo 24.928 asturianos de entre 18 y 25 años que tuvieron ingresos por salarios. La alta tasa de temporalidad, la frecuencia del trabajo de jornada reducida y de las ocupaciones esporádicas en este colectivo explican que sus ganancias sean muy modestas: como media, estos jóvenes asturianos ingresaron 6.076 euros anuales. La comparación con 2008 deja ver, además del posible rastro de los problemas demográficos, el impacto de la destrucción de empleo durante la Gran Recesión y de la precarización de la oferta laboral en estos años: hay 26.000 jóvenes menos trabajando que antes de la crisis y su salario medio es el 31% más bajo. Los daños también son graves en el caso de quienes en 2016 tenían entre 26 y 35 años: trabajan 50.000 menos que en 2008 y su promedio de ingresos (14.864 euros brutos) ha descendido el 11,4%.

Más jubilados y pensiones mayores. El número de pensionistas de entre 65 y 75 años (grupo del que forma parte la gran mayoría de quienes se jubilaron en la última década) crece vigorosamente (18,6% entre 2008 y 2016) y también lo hacen sus ingresos medios (23,9%), según otros datos de la Agencia Tributaria. Ha ocurrido a pesar de las reformas que recortan la generosidad del sistema desde 2012 (aumentando los años laborales que se tienen en cuenta para calcular la pensión inicial y suprimiendo la revalorización según el IPC) y como consecuencia de que quienes accedieron al retiro en esos años lo hicieron por lo común con salarios más altos que aquellos que se jubilaron en décadas anteriores.

La combinación de un aumento del número de pensiones y en su cuantía media explica que el gasto total en las prestaciones contributivas (la que se pagan principalmente con cotizaciones) esté aumentando en Asturias a una velocidad anual superior al 2% (2,17% en 2016, hasta los 4.345 millones de euros). Al mismo tiempo, los ingresos avanzan el 0,44%, cinco veces menos, de forma que los 2.017 millones recaudados por la Seguridad Social sólo llegan para cubrir el 42% del gasto, aunque el mecanismo de "caja única" en todo el Estado garantiza la paga de los pensionistas asturianos. En esta cuenta reaparece la huella de la precariedad: la afiliación de trabajadores aumentó el 1,38%, pero las cotizaciones, que vienen determinadas por el nivel de los salarios, apenas repuntaron.

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