El grupo bancario de mayoría pública formado por Bankia y BMN prevé despedir a 2.510 trabajadores después de que se produzca la fusión de ambas entidades, prevista para finales de año, según informaron fuentes sindicales. Unos 817 trabajadores corresponderían a los servicios centrales de la entidad, mientras que 1.118 serían empleados de las oficinas, incluyendo direcciones territoriales.

La entidad ha planteado además la necesidad de prescindir de otros 375 empleados que están en excedencia voluntaria por la aplicación de otros ERE y que se incorporarán el 1 de enero de 2018, así como de otros 200 puestos que se recortarían por el efecto de la digitalización.

No obstante, no se detalló cuántos afectados saldrían de la entidad y cuántos se someterían a movilidad geográfica. El periodo de consultas previas concluirá la próxima semana, tras lo cual a principios de 2018 se iniciará la negociación.