Las rebajas en el impuesto de sucesiones y donaciones pactadas por el PSOE y PP en 2016 reducirán en 10,5 millones de euros los ingresos del Principado durante el presente ejercicio. Ese recorte llegará, además, en un escenario de prórroga presupuestaria que limita la capacidad de maniobra del Gobierno regional para compensar la pérdida de ingresos.
La reforma del impuesto de sucesiones y donaciones entró en vigor de forma escalonada. El 1 de junio del pasado año comenzaron a aplicarse las modificaciones en sucesiones, que principalmente consistieron en la elevación del mínimo exento a 300.000 euros cuando los que heredan son ascendientes, descendientes o cónyuges; en una reducción de 10 a 3 años del plazo de no disponer libremente de la vivienda que se herede (por ejemplo para venderla), y en una serie de reducciones para fomentar la continuidad y creación de empresas y explotaciones agropecuarias. Ahora, con el cambio de año, entraron en vigor las reformas en donaciones, que consisten en la aplicación de una nueva tabla de tarifas cuando las donaciones son entre ascendientes, descendientes y cónyuges (se para de 16 a 7 tramos y los tipos, que oscilaban entre el 7,65 y el 36,5%, pasan a ser de entre el 2 y el 36,5%) y en nuevas reducciones en la transmisión entre vivos tanto de empresas como de explotaciones agropecuarias.
Aunque las primeras medidas entraron en vigor en junio, el efecto hasta ahora fue reducido debido al plazo de seis meses que tienen los contribuyentes para la autoliquidación de los tributos. De hecho, los informes económicos que maneja el Gobierno regional indican que el impacto presupuestario para 2017 se estimaba "inferior al millón de euros, poco significativo en relación al total del presupuesto de ingresos consolidado". Por ello apunta que no era necesario adoptar medidas presupuestarias para corregir su efecto más allá del habitual seguimiento de la ejecución de ingresos y gastos.
La misma memoria económica de la Dirección General de Finanzas y Economía señala que la mayor parte del impacto en términos recaudatorios se producirá a partir de 2018, momento en el que empiezan a autoliquidarse la mayor parte de las herencias devengadas desde mediados de 2017 y en que entran en vigor los cambios en donaciones. A partir de los datos de los contribuyentes del impuesto de sucesiones y donaciones durante los últimos cuatro años, el informe cuantifica para 2018 en 10,5 millones de euros el impacto de la reforma en el presupuesto de ingresos del Principado. Además añade que ese impacto debería ser contemplado en el escenario presupuestario tanto de este ejercicio como de los siguientes.
Más recaudación de IRPF
El Gobierno regional tiene en cuenta esa merma de ingresos, pero su capacidad de maniobra para compensarla está limitada al no llegar a un acuerdo con las fuerzas de la oposición para la aprobación de unos nuevos presupuestos para 2018. Las cuentas están prorrogadas. No obstante, el Gobierno también confía en un incremento de los ingresos de otros impuestos vinculado a la recuperación económica. Según los datos de la Agencia Tributaria, la recaudación por el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) entre enero y noviembre de 2017 se incrementó en Asturias el 7,2% y si se tienen en cuanta el conjunto de impuestos el incremento de la recaudación a un mes de concluir el ejercicio era del 5,3%.
Pese a la rebaja del impuesto de sucesiones y donaciones, Asturias sigue entre las comunidades donde más se paga por heredar puesto que otras comunidades también han abordado reformas y en muchos casos más ambiciosas, como es el caso de Andalucía o Murcia.
