Las fronteras del póker online volverán a abrirse. Desde la llamada Ley del Juego, aprobada en 2012, los jugadores españoles solo podían compartir mesa con usuarios que estuvieran dentro de España. Pero, en breve, podrán hacerlo también con jugadores de las vecinas Francia, Italia o Portugal. Es lo que se conoce como el proyecto de "liquidez compartida" que han firmado estos países.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia dio luz verde al informe que autoriza esta "liquidez compartida". El organismo asegura, además, que en un futuro este sistema también podría ampliarse a otro tipo de juegos a través de internet.

Es una vieja reclamación de los propios jugadores que quieren ampliar sus miras y tener nuevos retos y de las casas de apuestas que vienen demandando al Gobierno español que implemente estos cambios.

Así de primeras esto puede traer consigo ya un incremento inmediato de los jugadores en las mesas de los torneos por internet y también de los botes a jugar.

La Asociación Española del Juego Digital (Jdigital) aplaudió el paso dado y estima que el negocio del póker online podría superar este año los cien millones de facturación en España. Una cifra a la que ya se aproximaba antes de la regulación nacional que trató de ponerle puertas al campo y limitó el número de jugadores.

Fue en julio cuando la Dirección General de Ordenación del Juego y las autoridades reguladoras del juego online en Francia, Italia y Portugal firmaron el acuerdo sobre la liquidez compartida. Desde entonces el proyecto ha ido dando pasos y quemando etapas, el último esta aprobación por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

La regulación española del juego, además, lejos de conseguir los objetivos para la que había sido aprobada, que fundamentalmente era el aumento de la recaudación por impuestos, logró todo lo contrario. Un fuerte descenso de este mercado que mermó también las arcas nacionales. De hecho, muchos de los jugadores profesionales decidieron abandonar España y trasladarse a otros países donde la legislación no fuera tan restrictiva y sí que pudieran competir con usuarios de todo el mundo.

Tener más rivales con los que compartir mesa suele ser, en este mercado, sinónimo de poder conseguir mayores premios.

El 2013 fue el año en el que los españoles más apostaron para jugar al póker online. Alcanzó los 2.240 millones. A partir de ese momento y coincidiendo con la entrada en vigor de la nueva legislación. En 2016, por ejemplo, la cifra se había rebajado hasta los 1.570 euros.

Con la apertura de las fronteras se espera que estas cifras puedan volver a subir con fuerza.