Arcelor-Mittal ya aprovecha buena parte de los gases del proceso siderúrgico en sus talleres y los excedentes de los altos hornos se queman en la térmica de carbón de EDP en Aboño. De esa manera se evita la quema de los gases en antorcha y se reutilizan para la generación eléctrica. Sin embargo con la puesta en marcha de su nueva central eléctrica en Gijón, Arcelor-Mittal dejará de derivar gases a la térmica de Aboño para quemarlos en su instalación y generar electricidad.

Fuentes de la multinacional señalaron que la alternativa de la central propia garantiza "seguridad" en una momento de incertidumbre sobre el futuro de las centrales térmicas de carbón y que "de hecho, no está prevista la continuidad de uno de los dos grupos de Aboño".

Lo que aún no está decidido es si la nueva central la operará en solitario una empresa externa o con participación de Arcelor-Mittal. La propia EDP es propietaria de una planta de cogeneración, Sidergas, que aprovecha los gases de la acería de Arcelor en Avilés.