La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los asturianos evitan por ahora el coche eléctrico y prefieren la gasolina al diésel

El mercado de los automóviles de combustión se da la vuelta tras los escándalos relacionados con la contaminación de los motores de gasóleo

Los asturianos evitan por ahora el coche eléctrico y prefieren la gasolina al diésel

Cambio de rumbo en los concesionarios asturianos. Las ventas de coches con motor a gasolina están adelantando ya a las de diésel, una tendencia general tanto en España como a nivel europeo, según demuestran las diferentes estadísticas. En Asturias, el acelerón en la preferencia por estos turismos se dio durante los últimos cuatro meses de 2017, y los expertos aseguran que el cambio de tendencia continuará ganando velocidad. Por el carril derecho, a un paso mucho más lento, vienen las matriculaciones de vehículos eléctricos. Sus ventas crecen mes a mes, pero aún suponen muy pocas operaciones.

Solo en diciembre, los concesionarios de la región vendieron 906 vehículos con motores de combustión a gasolina frente a 735 a gasóleo. La razón de este relevo es la creencia de que el diésel es más contaminante. Aunque muchos sostienen que se trata de un problema de reputación después de casos tan sonados como el "dieselgate" en el que se vio involucrado Volkswagen tras manipular los motores de algunos de sus turismos para que parecieran menos contaminantes de lo que realmente eran. Pese a los resultados del último tramo del año, las matriculaciones de diésel aún fueron superiores a las de coches de gasolina en el conjunto de 2017: Se vendieron 9.018 unidades de los primeros y 8.719 de los segundos.

El presidente de la patronal asturiana de concesionarios y talleres de reparación (Aspa), Rogelio Cuesta, asegura que la "tendencia es clara", el mercado está cada vez más inclinado hacia la gasolina. Se debe, añade Cuesta, "a la presión tanto de los grandes fabricantes como de los ecologistas, que consideran más contaminantes los coches de gasóleo". Otro factor es que el precio del combustible se va igualando. La gasolina se pagaba ayer a una media de 1,3 euros por litro en los surtidores asturianos, mientras que el del gasóleo se cotiza ahora a 1,18 euros. Las diferencias eran antes notables.

"Esto es algo cíclico", señala Cuesta. En los años setenta del pasado siglo, explica, los coches a gasolina eran amplia mayoría, pero los diésel consiguieron tomar el relevo con el argumento de que ese tipo de motores son más duraderos y más económicos. Desde aquella época las circunstancias han cambiado mucho. Ahora un nuevo escándalo -las investigaciones sobre los efectos nocivos del diésel que un grupo europeo realizaba con monos y humanos- ha vuelto a sacar a la palestra los efectos contaminantes de estos motores.

Lo que no acaba de coger brio es la veta de vehículos eléctricos, aunque lo hará, prevé Rogelio Cuesta. Acelerarán porque los grandes fabricantes han realizado un enorme desembolso para desarrollar la tecnología de estos turismos. En enero se matricularon en Asturias solamente siete coches eléctricos puros y 82 híbridos. "Su problema es que aún tienen poca autonomía", apunta Cuesta. Y conjetura que "los eléctricos acabarán siendo un segundo vehículo, servirán para trayectos cortos, generalmente por ciudad, pero para los largos seguirán necesitándose los de combustión".

Compartir el artículo

stats