La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha advertido este lunes de que una subida del impuesto sobre carburantes afectará negativamente a las exportaciones españolas agravando el déficit comercial exterior, lo que ralentizaría la recuperación de la economía española.

Por ello, si finalmente el Gobierno opta por introducir dicha medida recaudatoria y es aprobada por el Parlamento, Fenadismer exigirá que la subida en el impuesto de hidrocarburos no se aplique al sector del transporte por carretera, a través del mecanismo de devolución del gasóleo profesional.

No obstante, según la asociación, esta devolución "lamentablemente" paliaría sólo parcialmente su impacto económico, ya que a dicho régimen de devolución sólo pueden acogerse los vehículos de transporte de mayor tamaño, al quedar excluidos los camiones de menos de 7,5 toneladas de masa máxima, lo que representa en torno al 30% de la flota española, los que sufrirían directamente dicha subida si finalmente se aprobara.

Según Fenadismer, el Gobierno estaría barajando una importante subida en el impuesto de hidrocarburos, que afectaría tanto al gasóleo como a la gasolina, aprovechando la contención del precio internacional del crudo en el último año, así como la necesidad de mejorar la recaudación de las Comunidades Autónomas para poder cubrir sus necesidades de financiación.

Sin embargo, a juicio de los transportistas, tal medida podría no producir el efecto perseguido, ya que repercutiría "muy negativamente" en las exportaciones españolas, teniendo en cuenta que el destino principal de las mercancías españolas son los países de la Unión Europea (66,3% del total), las cuales son transportadas principalmente por carretera.

En este sentido, Fenadismer ha señalado que debe tenerse en cuenta que cualquier aumento en el precio final del carburante repercute de forma "importante" en el valor final de los productos españoles destinados a la exportación, dado su bajo valor intrínseco (principalmente productos agroalimentarios, bebidas, bienes de consumo y materias primas y productos industriales) por lo que perderían competitividad en los mercados europeos como consecuencia del sobrecoste del precio del carburante.