Madrileño de nacimiento y piloñés de origen, Antonio Sánchez Bustamante, subdirector general de Política Comercial con Iberoamérica y América del Norte en el Ministerio de Economía, desglosó ayer, en la Cámara de Comercio de Oviedo, el tratado de libre comercio entre la UE y Canadá (Ceta).
- ¿Cuál es son las virtudes y defectos del tratado Ceta?
-Es el tratado comercial más moderno, garantista y ambicioso que haya firmado la UE. Aunque Canadá tiene algo menos de 40 millones de habitantes, es una economía con alto poder adquisitivo y potencialidades enormes. Hoy España no tiene relaciones comerciales y de inversión muy grandes con Canadá, pero su potencial es muy grande.
- Al Ceta se le acusa de favorecer a las multinacionales y de facilitar la entrada de productos transgénicos y carnes con hormonas.
-Pero no es así. El tratado es muy garantista en todos los ámbitos: en derechos de los trabajadores y en las normas alimentarias. Todos los productos tendrán que cumplir las normas alimentarias europeas. El acuerdo favorece sobre todo a las pymes más que a las multinacionales porque reduce aranceles y costes de gestión aduanera que para las multinacionales apenas tienen relevancia pero sí para las pymes. Es una gran oportunidad para ellas. Hoy ya son pymes el 91% de las empresas españolas que exportan a Canadá. En principio, todos son ventajas.
- ¿La fórmula para dirimir contenciosos beneficia a las multinacionales frente a los Estados?
-Esta parte aún no entró en vigor porque está pendiente de ratificación por los parlamentos nacionales. Serán tribunales estables y no concebidos para cada caso específico, con jueces independientes, normas éticas muy rígidas, vistas públicas, transparencia y mecanismo de apelaciones. Es un sistema nuevo, una innovación de la UE que parece buena porque obvia los problemas de otros tribunales internacionales sobre protección de inversores.
- Si la actual revisión del libre comercio entre EE UU, Canadá y México (Tclan o Nafta) impulsada por Trump empeorase la situación canadiense, ¿restaría atractivo al Ceta?
-Podría ocurrir que el nuevo Nafta no salga adelante, pero parece impensable que se rompan las profundas relaciones comerciales entre Canadá y EE UU porque son economías superintegradas. Si ocurriese, dañaría la opción de invertir en Canadá para desde allí atacar el mercado de EE UU.
- ¿Inquieta el rearme proteccionista de Trump?
-Hay preocupación por el sesgo de EE UU hacia el proteccionismo para reducir su déficit comercial. El libre comercio es la mejor forma de impulsar el desarrollo y la prosperidad. El Ceta demuestra que está vivo.