A pesar de las advertencias sobre riesgos, Arcelor-Mittal tiene ya sobre la mesa el calendario para completar las obras programadas en sus instalaciones. La siderúrgica ha iniciado la reconstrucción de las baterías de coque de Veriña (Gijón) y tiene previsto iniciar la segunda fase de la ampliación de la acería de Avilés a lo largo del próximo año. A mayores, para 2021 la multinacional también tiene prevista la reconstrucción de uno de los dos hornos altos, situados en Veriña, aunque todos estos desembolsos están a la espera de que se consiga mejorar la productividad de los talleres. En el horno, Arcelor tiene previsto, como hiciera ya hace años con su gemelo, reformar el sistema de enfriamiento, una operación que tiene que hacerse de forma frecuente para conseguir alargar la vida útil de esta instalación.

En la reunión que mantuvo ayer el director de la división para el Suroeste de Europa en Arcelor-Mittal, José Manuel Arias, con los sindicatos, el directivo expuso que desde 2015 para acá la multinacional ha invertido unos 400 millones en sus plantas asturianas. Ahora Mittal quiere sacarle rentabilidad a este magno desembolso.