El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, presentó ayer los pormenores del presupuesto alternativo que los socialistas defenderán en su enmienda a la totalidad de las cuentas del Gobierno. Esa alternativa supone un aumento de 8.000 millones de euros de gasto y beneficiaría directamente a 16,2 millones de personas, de los que 4 millones serían jóvenes, según los socialistas. En materia tributaria, la propuesta supondría elevar al 52% el tipo del IRPF para las rentas más altas (a partir de los 150.000 euros), reducir bonificaciones a las grandes empresas en el tributo de sociedades y subir también la fiscalidad sobre el gasóleo hasta igualarla a la de la gasolina.

Sánchez expuso que bajo el lema "Hagamos un país mejor", el PSOE aboga por un "contrato social" donde exista un crecimiento económico sostenible y una redistribución de las rentas. Añadió que, teniendo en cuenta los objetivos de déficit público y la regla de gasto que contempla el Gobierno en el marco de Bruselas, el PSOE propone un aumento presupuestario de 7.999 millones, de los que 2.500 millones vendrían de políticas de ahorro y de eficiencia del gasto público, mientras que otros 6.000 millones estarían vinculados a una mayor recaudación tributaria y 1.500 millones procederían de la lucha contra el fraude fiscal. El secretario general del PSOE ha planteado una subida del IRPF para las rentas superiores a 150.000 euros que situaría el tipo del impuesto en el 52% en aquellas regiones donde, como en Asturias, ahora está en el 48%.

El PSOE plantea también elevar el gasto protección de los desempleados, educación e I+D+i, y que las pensiones suban con arreglo a la inflación.