La labor de los inspectores fiscales del Principado puso al descubierto durante 2016 deudas tributarias relacionadas con el impuesto de sucesiones por valor de 24,4 millones de euros, que fueron reclamadas a los contribuyentes junto a 1,2 millones más en concepto de sanciones. Esos resultados convierten a la región en la quinta de régimen común con mayores ingresos derivados de los controles que se aplican a los beneficiarios de herencias para prevenir fraudes. Asturias obtiene por esa vía más que regiones como la Comunidad Valenciana o Castilla y León, mucho más pobladas.
El Ministerio de Hacienda acaba de divulgar el informe anual en el que examina el funcionamiento de los servicios tributarios autonómicos en lo que atañe a los gravámenes de ámbito estatal en cuya gestión e inspección tienen competencias las comunidades: impuesto de sucesiones y donaciones, impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, impuesto de patrimonio y tasas sobre el juego. El balance para Asturias, que se detalla en los siguientes puntos, certifica que la mayor presión inspectora sigue puesta sobre los herederos.
Actas y sanciones. El Principado instruyó en 2016 un total de 339 actas de inspección a contribuyentes de los tributos antes citados. Se trata de los procedimientos que se ponen en marcha cuando los inspectores detectan irregularidades en las liquidaciones. El 84% de esas actas (286) fueron por anomalías en el impuesto de sucesiones y donaciones. Paralelamente, se abrieron 194 expedientes sancionadores, el 76% de ellos (140), también contra herederos.
El dinero. Las tareas de inspección detectaron deudas tributarias por valor de 25,2 millones de euros, y casi el 97% de esa cantidad correspondió al impuesto de sucesiones y donaciones, proporción que no se alcanza en ninguna otra comunidad. En total, las actas de infracción y los expedientes de sanción relativos a ese tributo ascendieron a 25,6 millones. El importe se refiere exclusivamente al balance de la labor inspectora y no comprende el de otros controles previos que se realizan en la denominada fase de gestión, como las liquidaciones complementarias (pagos extra) que el Principado exige a los contribuyentes cuando, por ejemplo, la valoración de los bienes que declara el heredero resulta a inferior a la que la Administración considera adecuada. En 2016, en Asturias se tramitaron casi 780 liquidaciones complementarias relacionadas con herencias y donaciones.
Medios. Los servicios de inspección utilizan bases de datos y herramientas informáticas, puestas a disposición por la Agencia Tributaria del Estado, para obtener y cruzar información sobre las rentas y bienes declarados por los contribuyentes, las transmisiones en las que intervienen, la titularidad de inmuebles y sus valores catastrales, los saldos bancarios... El Principado también recibe información detallada de los notarios sobre las operaciones que están sujetas a tributación autonómica.
Motivos. Las actas de infracción suelen referirse a situaciones como la ausencia de declaración del impuesto de sucesiones y donaciones, irregularidades en la aplicación de beneficios fiscales (reducciones por parentesco, principalmente) o cambios ficticios de domicilio para no tributar en Asturias y hacerlo en comunidades con fiscalidad más ventajosa para los herederos.