La multinacional Arcelor-Mittal, mayor operador siderúrgico mundial, pretende mantener en su poder la totalidad de sus plantas en Asturias y España y las ha excluido de su propuesta de desinversiones y venta de activos en Europa para satisfacer la reducción de capacidad que le exige la Dirección General de la Competencia de la UE como condición para autorizar a Arcelor la compra de la planta siderúrgica italiana de la antigua Ilva.

Los sindicatos asturianos de Arcelor-Mittal expresaron su "alivio" y "satisfacción" porque los traspasos de propiedad no afecten a instalaciones españolas, aunque con "cautela", dado que hasta el 23 de mayo no se conocerá el pronunciamiento de las autoridades europeas y si el listado de desinversiones propuestas por la compañía colma las demandas de los reguladores. Los representantes de los trabajadores también mantienen su reserva por el temor a que la incorporación de la antigua Ilva, con una gran capacidad instalada, pueda entrañar en el futuro más reordenaciones productivas en la organización europea de Arcelor-Mittal.

La siderúrgica cree "probable" que su propuesta de venta de plantas (una decena de instalaciones en seis países y con unos 10.000 empleados) "sea aceptado" por la UE, aunque en una nota interna admite que inicialmente también creía que la compra de Ilva no requeriría "cesiones significativas", dado que consideraba "limitada" la redundancia entre el complejo fabril de Tarento (Italia) y las instalaciones preexistentes de Arcelor en el continente. Sin embargo, y pese a esta convicción, la venta de activos productivos que el grupo ha tenido que proponer a las autoridades europeas es "mucho más grande y más amplio de lo que nos habría gustado", admitió el grupo.

Las ventas planteadas por la empresa afectan a la planta de acero galvanizado de Piombino (la única que el grupo tiene en Italia), los complejos de Galati (Rumanía), Skopje (Macedonia), Ostrava (República Checa) y Dudelange (Luxemburgo) y diversas instalaciones en Lieja (Bélgica): las líneas de galvanizado por inmersión en caliente 4 y 5 en Flemalle, líneas de envasado en caliente, decapado y laminado en frío y estaño en Tilleur.

Alberto Villalta, secretario general de UGT en Arcelor-Mittal Asturias, se remitió a la mayor concreción de datos que esperan recibir de la empresa en la reunión extraordinaria que han instado los sindicatos europeos para la semana próxima con la dirección del grupo y a la futura decisión de la UE. "Es importante conocer a qué productos afecta y cuánto. La valoración precisa un análisis más exhaustivo. En todo caso, es importante y nos alegra que las desinversiones propuestas no afecten a España y Asturias". José Manuel Castro, secretario general de CC OO en las instalaciones asturianas, llamó también a la "cautela" hasta conocer la decisión de las autoridades de la Competencia, pero avanzó que "es una satisfacción que España no esté en la lista y saber que podremos seguir trabajando en la Primera División con un equipo grande, aun con todas los inconvenientes de una multinacional". La exclusión de España, dijo, "no es una casualidad, sino fruto de lo que se ha logrado con los acuerdos marco y la negociación colectiva". En las plantas afectadas en seis países "la incertidumbre es enorme", dijo Villalta.

Arcelor señaló que, de acuerdo con los requisitos de la UE, las ventas se harán a grupos sólidos y que se comprometan con el futuro de las instalaciones que se traspasen. Sobre el recorte de empleo en el tren de chapa de Gijón, Belarmino Feito, presidente de Fade, dijo que Arcelor tiene un compromiso claro con sus plantas de Asturias y que a veces son necesarios ajustes para la viabilidad.