El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ratificó ayer, ante la junta de accionistas, que la eléctrica de raíz vasca está determinada a clausurar las centrales térmicas de carbón de Lada (Langreo) y Velilla del Río Carrión (Palencia), aunque matizó que se "someterá" a lo que determine la legislación, en referencia al intento del Ministerio de Energía de impulsar una norma que obstaculice esos y otros cierres de instalaciones de generación. Trabajadores de la térmica asturiana protagonizaron una protesta a las puertas del Palacio Euskalduna de Bilbao, donde se desarrolló el cónclave anual de Iberdrola.

En su discurso ante los accionistas, Sánchez Galán subrayó que el sector energético avanza hacia una "descarbonización" que conducirá a una mayor electrificación de la economía y a un aumento del 60% en el consumo de electricidad en las próximas dos décadas, realidad que hará necesario el desarrollo de más fuentes de generación renovable e infraestructuras de red, "con inversiones en todo el mundo de 20 billones de euros hasta 2040".

Ante ese escenario global, el nuevo plan estratégico de Iberdrola para el periodo 2018-2022 contempla incrementar las inversiones hasta 32.000 millones de euros en sus mercados principales: Estados Unidos, Reino Unido, Europa Continental, México y Brasil. La mitad de este desembolso estará destinado a redes de distribución y transporte, mientras que un 37% será para energías renovables (eólica, fotovoltaica e hidroeléctrica). Tras estas inversiones, la base de activos regulados del grupo alcanzará al final del período los 40.000 millones de euros, casi un 40% más, mientras que la potencia instalada en energía renovable aumentará un 24%, hasta los 36.000 megavatios, con un incremento en la capacidad de almacenamiento del 25%.

No hubo en esa intervención del primer ejecutivo de Iberdrola ninguna alusión directa a los cierres de térmicas de carbón. El asunto se suscitó después, en el turno de ruegos y preguntas, cuando un accionista preguntó sobre la posición de la compañía. Sánchez Galán respondió que esa posición es "bien conocida", pues Iberdrola "lleva años sustituyendo centrales de altas emisiones por otras más eficientes". Y añadió acerca de la intención del Gobierno central de promover una ley que endurecerá los requisitos para el autorizar el cierre de complejos de generación eléctrica: "Las legislaciones las hacen en cada país quienes las tienen que hacer "y nosotros nos sometemos a ello".

Galán tampoco había citado en sus discurso inicial las disparidades que mantiene con su participada Siemens Gamesa, pero también a raíz de una pregunta de uno de los accionistas afirmó que seguirán pidiendo "transparencia en la gestión de Gamesa" así como que "no se usen los recursos de todos los accionistas en beneficios de uno solo". Esta respuesta obedece al hecho de que Iberdrola considera que la gestión que realiza Siemens en Gamesa es la que ejecutaría en una filial. De acuerdo con la misma opinión, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) debería intervenir porque una de las razones para que la que alemana se viese libre de lanzar una OPA sobre el 100% del fabricante de aerogeneradores fue que no se trataba de una mera toma de control.