Las comunidades han ejercido de una manera profusa, sobre todo desde 2002, la capacidad que tienen para realizar cambios en la cuota autonómica del IRPF, modificando a menudo las tarifas y también creando un amplio catálogo de deducciones que, sin embargo, tienen un alcance que se puede considerar limitado. En la mayoría de los casos, las bonificaciones dispuestas por las autonomías de régimen común (todas, salvo las forales País Vasco y Navarra) llegan a menos del 10% de los contribuyentes de las respectivas regiones.

En el caso de Asturias, esa proporción de beneficiarios fue del 4,6% en 2015 (declaraciones presentadas en 2016). En total, el número de beneficiarios rondó los 24.000. El mayor número correspondió a hogares que viven de alquiler.

Desde 2014, el Principado permite a los inquilinos desgravarse hasta el 10% de los importes satisfechos en el alquiler de la vivienda habitual, con un límite de 455 euros. Pueden acceder a esa bonificación aquellos contribuyentes cuyas bases imponibles no superen los 25.009 euros en declaración individual y los 35.240 euros en declaración conjunta. La cuantía media de estas deducciones fue en 2015 de 374 euros.

Las siguientes deducciones con mayor número de beneficiarios (en torno a 2.500 euros en cada caso) corresponden a las referidas a los gastos en escuelas de bebés (124 euros de media) y por adquisición de libros de texto y material escolar (65 euros de media en 2015).