Mieres Tubos, la empresa heredera de la antigua Compañía Asturiana de Tubos y luego de Perfrisa, y la constructora Procoin, fundada en 1983, han entrado en proceso de liquidación tras no haber logrado superar sus dificultades. Con ambas sucumben otros dos hitos de la vida empresarial regional.

Los dos desenlaces estaban descontados. La propiedad de Procoin admitió el 31 de enero que la compañía caminaba hacia la liquidación inexorable. En esa fecha la sociedad rescindió los contratos de toda su plantilla (63 trabajadores en ese momento) y su consejero delegado y representante de la familia propietaria, Juan Luis Herrero, declaró a este diario que su empeño a partir de entonces era contribuir a la gestionar los cobros y la venta de activos para cerrar el proceso "de la mejor manera posible" y que "los acreedores puedan recuperar el máximo posible de sus créditos con Procoin".

Procoin solicitó el preconcurso voluntario en noviembre por una crisis de liquidez, como consecuencia de demoras en los pagos de sus clientes y afectada por la pérdida de la línea de circulante que le facilitaba el Banco Popular antes de la crisis de esta entidad el 7 de junio. Un mes después, en diciembre, pidió el concurso.

Procoin (Proyectos, Construcción e Interioristas), con sede, laboratorio de materiales y oficina técnica en Silvota (Llanera), contaba desde 2016 con oficinas en Madrid.

Mieres Tubos también despidió en febrero a su plantilla (58 trabajadores en los últimos tiempos) como paso previo a su cierre. Ahora el titular del juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo ha dictado la apertura del proceso de liquidación y declaró disuelta la sociedad, con factoría en el polígono de Sueros (Mieres).

Se cierra así un capítulo de la industrialización asturiana. Mieres Tubos procede de la antigua Compañía Asturiana de Tubos, fundada en La Felguera, por un grupo de inversores entre fines del XIX y principios del XX. Con el tiempo, se integró como filial en Duro Felguera. Cuando Duro integró su negocio siderúrgico en Uninsa y esta sociedad, tras su plena estatalización, fue absorbida por Ensidesa en 1973, la Compañía Asturiana de Tubos, de La Felguera, se fusionó al cabo de dos años, en 1975, con la filial mierense de Ensidesa, Perfrisa. La antigua Arcelor, que asumió la titularidad de lo que habían sido Ensidesa, AHV y AHM, vendió Perfrisa en 2003 al grupo alavés Condesa. Tras la crisis de este grupo y el fracaso de su fusión con Tubos Reunidos, los bancos acreedores de Condesa y la actual Arcelor-Mittal asumieron sus negocios salvo tres filiales (una de ellas, Mieres Tubos), que siguieron en manos de las familias Iribecampos y Uribarren. Los sucesivos intentos de venta de la compañía asturiana (que años atrás había concentrado su actividad en Mieres) fracasaron. Mieres Tubos fabricaba tuberías de conducción, vallas de seguridad metálicas y accesorios y derivados de ellas, y tenía una línea de galvanizado.

En 2008, antes de la crisis, ambas empresas sumaban 355 empleos (105 Mieres Tubos y 250 Procoin), que redujeron últimamente a 121.