La economía europea siguió creciendo en el primer trimestre del año (el producto interior bruto avanzó el 0,4% tanto en la UE como en la Eurozona) pero en ambos casos a una tasa menor. En el trimestre precedente (el último de 2017) los 28 países de la UE habían progresado el 0,6% (dos décimas por encima) y los 19 que comparten moneda, el 0,7% (tres décimas más que ahora).

En tasa interanual (respecto al mismo trimestre del ejercicio pasado), también se aprecia la desaceleración: la UE creció entre enero y marzo el 2,5% y la UE, el 2,4% cuando en el cuarto trimestre de 2017 sus tasas de progresión anual (corregidas en todos los casos de efectos estacionarios) habían sido del 2,8% y 2,7%.

Estos datos, difundidos ayer por Eurostat, confirman otros indicadores que vienen delatando la moderación. Lo dijo el jueves el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y lo apuntan índices como el IFO y el ZWE alemanes, el manufacturero PMI de los gestores de compras europeos (también el español de abril, conocido ayer) y varias encuestas de confianza. El PIB español mantuvo el crecimiento trimestral en el 0,7% entre enero y marzo pero perdió dos décimas de impulso en tasa interanual, con un avance del 2,9% frente al 3,1% precedente.

El paro se mantuvo estable en marzo en la zona euro (8,5%) y la UE (7,1). España sigue siendo el segundo país con más desempleo (16,1%).