El consejo de administración de Energías de Portugal (EDP) se pronunciará en las próximas horas acerca de la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) formulada por el grupo asiático público para obtener el control total de la eléctrica lusa, propietaria en Asturias de los negocios de la antigua Hidrocantábrico. Inversores y analistas ven muy probable que el órgano ejecutivo recomiende a los accionistas no aceptar la OPA al considerar que el precio (3,26 euros por título, lo que supone tasar la compañía en casi 12.000 millones) no refleja el valor real y el potencial de EDP. En especial ante el interés expresado por otros grupos en el contexto de los tanteos que se están produciendo en Europa para nuevos episodios de concentración empresarial en el sector energético. De acuerdo con ese criterio, la oferta china deja margen para que se presenten nuevas ofertas sobre EDP.

Los 3,26 euros por acción que ha ofrecido CGT suponen una prima del 4,8% respecto al precio (3,11%) al que se negociaban los títulos cuando el regulador bursátil portugués suspendió la cotización el pasado viernes al trascender las primeras informaciones sobre la OPA china. En la documentación preliminar remitida a ese mismo organismo por CGT se subraya también que los 3,26 euros están el 10,8% por encima del valor medio (2,94%) alcanzado durante los últimos seis meses por las acciones de EDP. Sin embargo, la oferta es inferior a los 3,45 euros que pagó la propia China Three Gorges en 2011, cuando ganó el proceso de privatización de la participación pública de la energética portuguesa, de la que ahora domina el 23,27%.

Meses atrás, informaciones periodísticas de Lisboa señalaron que el consejo de administración de EDP maneja informes en los que se valoraban los títulos en 3,65 euros de cara a una eventual fusión. En aquel momento, Energías de Portugal ya estaba bajo los focos por contactos, nunca confirmados oficialmente, con Gas Natural-Fenosa. Más recientemente se ha filtrado el interés de la italiana Enel o la francesa Engie. Nada ha trascendido sobre la alemana E.On, que en 2011 sí compitió con la china CGT por la compra de las acciones públicas de EDP.

Al margen de la consistencia que hayan tenidos los citados contactos, el radar de los bancos de inversión lleva meses situando a EDP como candidato principal a protagonizar operaciones corporativas en Europa, por su tamaño (digerible por un buen número de competidores) y por la relevancia de su negocio de energías renovables (40% del ebitda), con posiciones relevantes en varios países, entre ellos EE UU.

Los accionistas cualificados de EDP no han hecho por el momento comentarios sobre la oferta china. En Portugal se ha pronunciado una asociación de pequeños inversores, destacando el interés de otros grupos energéticos y valorando como un escenario "óptimo" y deseable que se puedan presentar otras OPAS.

La oferta de CTG es por todo el capital de EDP, si bien el objetivo de China es superar el 50% del capital y mantener a la compañía en Bolsa. El grupo asiático supedita además la oferta a una condición previa: una reforma estatutaria que levante la restricción que ahora limita al 25% el máximo de los derechos políticos que un accionista puede ejercer. Para que se satisfaga esa petición y en general para el éxito o fracaso de la operación china resultará clave la postura que adopten en particular los tres accionistas que siguen a CTG en importancia: los fondos de inversión estadounidenses Capital Group Companies (12%) y Blackrock (5%) y la sociedad española Oppidum (7,19%), participada por Liberbank y por la asturiana Corporación Masaveu.

Los fondos estadounidenses entraron en el accionariado de la mano del actual presidente, Antonio Mexia, cuya posición puede quedar comprometida si triunfa la OPA china. Mexia tiene serias desavenencias con el Gobierno portugués de António Costa, al que la China Three Gorges ha tratado de ganarse en las últimas semanas para que no sea beligerante con la operación. El Ejecutivo ha expresado ya que "no tiene ninguna reserva" sobre el intento chino de controlar por completo EDP.

En la eventualidad de que el equipo de Mexia persuadiera a los fondos americanos y a Oppidum de que la oferta china se queda corta, CTG tendría cuesta arriba conseguir sus objetivos, en particular la reforma de los estatutos que ha demandado. Ahora bien, el precio de la OPA sugiere también que Pekín se ha guardado munición para mejorar su apuesta si se llegara a una puja.