Los 23.000 trabajadores del sector metalúrgico asturiano fueron convocados ayer a emprender un calendario de movilizaciones, que comenzarán este mes con sendas concentraciones ante la sede de la patronal sectorial asturiana (Femetal), en Gijón, los días 13 y 21 a las seis de la tarde. Así lo decidieron ayer dos asambleas de afiliados de UGT y CC OO como medida de presión en la negociación del convenio colectivo. Si no se produjeran cambios en la posición empresarial, las acciones de presión se incrementarán de forma progresiva y culminarían con una huelga sectorial tras el verano.

Los sindicatos mayoritarios rechazan la propuesta de convenio que defiende Femetal, consistente en un incremento salarial del 1% anual y sin cláusula de revisión en función de la inflación, congelación del plus por antigüedad y su supresión para los trabajadores de nueva incorporación, y la mayor flexibilidad horaria mediante la aplicación de la jornada irregular, entre otras medidas.

Los sindicatos reclaman un aumento salarial del 3% y una regulación de las condiciones de incorporación de los trabajadores procedentes de la formación profesional dual. En el convenio precedente la subida fue del 2%.

Según UGT y CC OO, sus asambleas de afiliados rechazaron de forma "unánime" el planteamiento patronal, que causó, dijeron, "un profundo malestar y rechazo" y tildaron de "agresión". Los sindicatos alegan que no aceptarán un empeoramiento de las condiciones laborales en un periodo de recuperación del sector. Las centrales sindicales también rechazan la propuesta de Femetal para prolongar los contratos por obra y servicio hasta los cuatro años.