La familia mexicana Zambrana, con numerosas posiciones inversoras y participaciones accionariales relevantes en poderosos grupos industriales, caso de la cementera Cemex, adquirió ayer el 24,3% de Duro Felguera a la familia gijonesa Álvarez Arrojo por una cifra de unos 12 millones de euros. Con esta operación, los Zambrano, que actúan a través de un "holding" británico de titularidad familiar y con oficinas en Londres y Ginebra, han pasado a erigirse en el primer grupo accionarial de la ingeniería asturiana, que atraviesa por graves dificultades financieras.

El nuevo inversor, que ha iniciado contactos con la banca acreedora de Duro, manifestó ayer su voluntad de permanecer como socio a largo plazo y su disposición a contribuir al reflotamiento de la centenaria compañía asturiana, que está pendiente de acometer una ampliación de capital por 125 millones para restituir su equilibrio patrimonial tras haber alcanzado un acuerdo de refinanciación y reestructuración de su deuda con los acreedores financieros que está supeditado al éxito de la emisión de acciones.

"Estamos muy satisfechos con esta operación que nos permite tomar una participación importante de la compañía. Nuestra intención es convertirnos en un accionista estable y participar en el saneamiento de esta empresa de referencia en su sector para garantizar su viabilidad futura", aseguró Mauricio Treviño Zambrano, socio fundador de Petroza Limited, sociedad del grupo Treza Assets Management. Este grupo actúa como una oficina de gestión del patrimonio de la familia (que gestiona activos por valor de más de 1.000 millones de dólares) y tiene inversiones e intereses en compañías dedicadas al sector minero y al del petróleo y gas, caso de Mining SX y Oil&Gas SX y otras.

Petroza Limited dijo que, como accionista de referencia, pretende liderar Duro Felguera. El nuevo accionista anunció que quiere hacer una auditoría previa para conocer la situación del grupo, y que, tras la toma de control y la refinanciación de la sociedad, diseñará un plan de negocio que permita "maximizar el valor para los accionistas".

La familia Álvarez Arrojo, que se retiró del consejo de Duro el 23 de marzo, tras doce años de permanencia, se desprendió del 24,3% del que era titular a través de la sociedad Inversiones Somió. Queda en su poder una pequeña participación a través de Inversiones El Piles (0,013%) y las acciones que a título particular 0,375%) posee el expresidente de Duro y actual consejero, Ángel del Valle, miembro de la familia.

Fuentes cercanas a Inversiones Somió confirmaron la operación y la atribuyeron a su disposición a "no ser un obstáculo para Duro, ayudar a la solución, no crear problemas y contribuir a que tenga éxito la ampliación de capital".

La banca acreedora de Duro había condicionado el acuerdo de refinanciación de la empresa y reestructuración de su deuda no sólo al éxito de la ampliación de capital sino también a que la familia Álvarez Arrojo no acudiera a la misma (como tenía derecho) ni vendiera los derechos preferentes de suscripción de los que legalmente podía desprenderse. Con el traspaso del principal paquete accionarial de Duro los Álvarez Arrojo generan recursos y dan entrada a un inversor dispuesto a comprometerse con el futuro de Duro y sobre el que no pesa el veto de la banca. Los Zambrano realizan esta inversión para acudir a la ampliación de capital por una cuantía de acciones no precisada.

Los Álvarez Arrojo consideran que este movimiento facilitará el éxito de la ampliación al aportar un inversor con potencial financiero, lo que despejaría el riesgo de que la magna emisión de acciones que realizará Duro Felguera no suscitara suficiente demanda en el mercado.