La eléctrica portuguesa EDP, dueña en Asturias de la antigua Hidroeléctrica del Cantábrico, y sus órganos de gobierno han sido eximidos por el organismo regulador del mercado bursátil luso (CMVM) del deber de neutralidad exigible ante la oferta pública de adquisición de acciones (opa) que ha lanzado su mayor accionista (la compañía China Three Gorges o CTG, de titularidad estatal y dueña del 23,27% de EDP) sobre el 100% del grupo energético lisboeta, incluida su filial EDP Renovaveis.
La exención del deber de neutralidad supone que el consejo de administración de EDP puede adoptar medidas defensivas o establecer alianzas para favorecer otras opas a mejor precio, entre otras posibles acciones para intervenir en el proceso y no permanecer en una posición pasiva.
El "deber de neutralidad" que la ley portuguesa impone a las sociedades que son objeto de una opa supone la "prohibición" de "practicar actos susceptibles de alterar de modo relevante la situación patrimonial de la sociedad afectada que no se reconduzcan a la gestión normal de la sociedad y que puedan afectar de modo significativo a los objetivos anunciados por el oferente", en este caso la compañía CTG.
La Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) ha exonerado a EDP de esta exigencia en virtud de la ausencia del "principio de reciprocidad". Según la norma, la obligación de neutralidad es imperativa en las opas en las que la sociedad que lanza la oferta esté sometida a esta misma obligación en el caso de que ella o quien la domine fuese objeto de una hipotética opa análoga a la que plantea.
Esta circunstancia no concurre, alega la CMVM, ni en la compañía estatal China Three Gorges -que no puede ser opada por su condición de sociedad 100% pública- ni en el de su propietario (la República Popular China) por tratarse de un estado sin naturaleza societaria.
El órgano regulador y supervisor de la Bolsa portuguesa deja así manos libres a la alta dirección de EDP para proceder como mejor entienda en la defensa de los intereses del grupo y del resto de los accionistas, aunque le recuerda la obligación, en todo caso, de "gestionar de buena fe" la compañía, con el máximo respeto a "las normas legales y estatutarias", "cumpliendo sus deberes de diligencia y lealtad, y defendiendo en cualquier circunstancia los intereses de los accionistas".
Tras el anuncio preliminar de la OPA por CTG a 3,26 euros por acción, la dirección de la empresa declaró insuficiente la oferta económica, que, de hecho, ya ha sido rebasada en la Bolsa. Ahora deberán pronunciarse sobre la idoneidad de la opa el consejo de administración y el consejo de supervisión de EDP. De este último forma parte la alianza asturiana Oppidum (Masaveu y Liberbank), tercer accionista de EDP, de la que posee el 7,19%.
