El grupo constructor y de servicios Sacyr, presente en Asturias a través de sus participaciones directas en la sociedades Viastur (70%) y Sacyr Fluor (50%), y la indirecta del 15,5% en Aucalsa a través de Itínere, afronta mañana una junta general de accionistas de gran relevancia por el enfrentamiento que mantiene el segundo mayor accionista (el empresario malagueño y consejero de Sacyr José Moreno Carretero) contra el presidente y consejero delegado de la sociedad, Manuel Manrique, y otros accionistas del grupo.
Moreno declara tener el 12,5%, pero gran parte de este paquete de títulos los controla mediante determinados tipos de derivados financieros que la compañía no reconoce como acciones propias de este inversor, dado que sus derechos políticos le corresponden a entidades como Citibank y sólo le darían capacidad a Moreno a votar en la junta general por ese volumen de títulos si lograse recuperar el control de la totalidad de las acciones, parte de las cuales fueron prestadas por Citibank a otros inversores, probablemente bajistas.
A su vez, el dueño de la cervecera Damm, negocios petroleros (Disa) y otros intereses, Demetrio Carceller (ex accionista y ex consejero en Asturias de la antigua Hidroeléctrica del Cantábrico), y que apoya a Manrique, ha estado ampliando su posición en el capital de Sacyr (declara tener el 16,6%) a través de derivados financieros que sí le conceden el ejercicio pleno de los derechos de voto inherentes a las acciones.
El accionista crítico pretende impedir a Manrique que pueda seguir compatibilizando la condición de presidente y de consejero delegado a partir de los 65 años (los cumple el año que viene), quiere imponer un tope a la remuneración de los consejeros y exige, entre otras medidas, que Sacyr contabilice todas las percepciones de sus consejeros y directivos por la pertenencia a los consejos de empresas participadas, caso de la petrolera Repsol.
Moreno dijo ayer que siempre apoyó a Manrique y que la gestión de éste reduciendo deuda en la crisis fue espléndida, pero agregó que "una persona sola no puede tener todo el poder" y que ahora la constructora debe "ganar dinero construyendo".
