El grupo químico y farmacéutico alemán Bayer cerró ayer con éxito la compra del productor estadounidense de transgénicos Monsanto, cuyas acciones dejarán de cotizar en la Bolsa de Nueva York y que desaparecerá como nombre empresarial. Bayer es ya el único propietario de Monsanto, cuyos accionistas recibirán 128 dólares por título. El banco J.P. Morgan ha asesorado a Bayer en la que es ya la mayor adquisición en la historia de la compañía por unos 54.000 millones de euros. La integración de Monsanto, cuyos productos conservarán su nombre, se producirá una vez que la también alemana BASF cierre la adquisición de algunos negocios de Bayer, condición que puso el Departamento de Justicia estadounidense y para lo que se prevé unos dos meses.