El presidente de la FADE, Belarmino Feito, señaló que cada día que pasa está "más preocupado" por los efectos de la descarbonización en Asturias vistas las declaraciones de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que en el Consejo de ministros de Energía de la UE señaló anteayer que España ha pasado a alinearse con los países con objetivos "más ambiciosos" en renovables. "En las circunstancias de Asturias, pensar que se puede sumar a los que lideran ese cambio casi es una frivolidad", afirmó Feito.

El líder de la patronal asturiana apuntó que la situación de Asturias "no aconseja una transición energética acelerada porque un cierre anticipado de las térmicas de carbón llevaría aparejada una reconversión a la que no podemos hacer frente". En esa línea Feito destacó los efectos que el cierre de las centrales tendrían sobre el empleo, la logística y el precio de la energía, con un posible aumento que restaría competitividad a la gran industria regional electrointensiva. "Antes de lanzar la iniciativa de liderar las posiciones más avanzadas de la transición energética yo creo que habría que pensar en las circunstancias de los territorios", afirmó Feito en referencia a la postura del Gobierno de Pedro Sánchez.

La ministra Ribera ha prometido una "transición justa" que tenga en cuenta a las comarcas afectadas por los cierres de las térmicas; sin embargo Feito considera que las compensaciones no estarán al nivel de los impactos. "Ya tenemos una experiencia con la reconversión de la minería. Hubo del orden de 20.000 millones de euros de fondos mineros que no sirvieron para paliar el impacto y si ahora volvemos a los mismo me temo que no va a ser la solución para Asturias", afirmó el presidente de FADE.

Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, señaló que comparte "la preocupación" de Feito e incidió en los "extra costes" que la decisión podría tener para la industria asturiana. Tanto Baragaño como Feito participaron ayer en Gijón en la jornada "Transición energética: una gran oportunidad para el Principado de Asturias", organizada por la Asociación nacional de productores de energía fotovoltaica (Anpier), y también coincidieron a la hora de destacar que la región cuenta con empresas "líderes" en tecnologías, componentes e ingeniería en el sector solar.

Sin embargo, Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de Anpier, puso el acento en el escaso desarrollo de la energía fotovoltaica en Asturias, donde sólo hay instalado 1 MW de potencia frente a los 4.600 MW en el resto del país. "Asturias tiene mucho margen de crecimiento teniendo en cuenta que las radiaciones y horas de sol son un 15% superiores a las de Alemania o Francia, donde hay 40.000 MW instalados porque casi todas las viviendas tienen paneles en sus tejeados y reducciones del 50% en su factura eléctrica", señaló Martínez-Aroca, que defendió una transición energética hacia las renovables "lo más acelerada posible" pero "sin que nadie se quede en el camino, por lo que debe haber ser justa, dando oportunidades a familias y empresas que quieran formar parte del sistema eléctrico para producir energía limpia".

En la jornada también participó Javier García Breva, ex director del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), que destacó que, según diferentes estudios, por cada empleo que se pierda con la transición energética se crearán cuatro vinculados a las renovables y la eficiencia. Pero destacó que la FP no se ha adaptado a esos requerimientos y no forma en nuevas profesiones como instalador de autoconsumo, especialista en rehabilitación energética de edificios, gestor energético o especialista en huella de carbono.