El Banco de España mantiene que la economía crecerá el 2,7% en 2018, aunque advierte de los riesgos a la baja por la fragmentación parlamentaria, el eventual repunte de la incertidumbre en Cataluña, la escalada de medidas proteccionistas en el ámbito internacional o la retirada de estímulos monetarios. La entidad publicó ayer sus proyecciones macroeconómicas para el periodo 2018-2020, en las que explica que la fragmentación parlamentaria puede dificultar el proceso de reducción del déficit público y la adopción de reformas que aumenten el potencial crecimiento de la economía española.