El Consejo de Ministros aprobó ayer liberar 7.500 millones de euros del préstamo concedido por el Tesoro Público a la Tesorería General de la Seguridad Social, recogido en los Presupuestos prorrogados del año pasado y que ascendía a 10.192 millones de euros, para hacer frente a la paga ordinaria y extraordinaria de las pensiones del mes de julio. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, al igual que hiciera en ocasiones precedentes el de Mariano Rajoy, opta por recurrir a la deuda en lugar de tomar dinero el Fondo de Reserva, (la llamada "Hucha de las pensiones") en el que quedan unos 8.000 millones de euros.

El Gobierno aprobó en los Presupuestos de 2017 un préstamo de 10.192 millones para hacer frente al pago de las pensiones, que se agotó en diciembre del año pasado y que este año, tras la prórroga de las cuentas de 2017, vuelve a estar disponible, a la espera que de que se aprueben definitivamente los Presupuestos de 2018 que cuentan con un nuevo préstamo.

El gasto en pensiones del mes de julio ascenderá a unos 18.000 millones de euros. El desembolso en Asturias se aproximará a los 670 millones. Estas cantidades no comprenden el dinero de los atrasos correspondientes a la subida del 1,6% (3% en el caso de las pensiones mínimas), cuyo abono podría producirse también en julio, pero aún está pendiente de la aprobación definitiva de las cuentas de 2018.

Tras esta disposición de 7.500 millones, la Seguridad Social todavía contará con 2.692 millones del préstamo de 10.192 millones correspondiente a la prórroga provisional de los Presupuestos. El proyecto para 2018, elaborado por el anterior Gobierno, incluye un nuevo préstamo superior a los 15.000 millones. El PP también impulsó en las cuentas la creación de un impuesto sobre las grandes corporaciones tecnológicas para reforzar la financiación de las pensiones. El PSOE es partidario de establecer nuevas tasas con el mismo fin sobre la banca y las transacciones financieras.