El tren de alta velocidad aún no ha llegado a Asturias, pero desde la región se contribuye decisivamente a que se implante en diferentes partes del mundo. Marruecos estrenará este verano el primer tren de alta velocidad de África, que ya está rodando en pruebas sobre raíles asturianos. La factoría de carril de Arcelor-Mittal en Gijón suministró las vías que unen Tánger y Kenitra, un tramo de 200 kilómetros que enlaza con la línea convencional que conduce hasta Casablanca.

El tren de carril de Arcelor-Mittal en Veriña fue el principal suministrador de raíles para el desarrollo de la alta velocidad en España (AVE). La crisis económica frenó la extensión de la red y obligó a Arcelor-Mittal a buscar oportunidades en otros mercados. Fue así como la compañía siderúrgica consiguió el contrato de suministro de las vías para el denominado "AVE del desierto", que conecta Medina y La Meca, y como en 2013 logró un importante contrato que llegó desde Marruecos. La compañía nacional de ferrocarriles de Marruecos (ONCF) adjudicó a Arcelor-Mittal la fabricación de 46.000 toneladas de raíles de alta velocidad para la línea Tánger-Casablanca, la primera de alta velocidad de África. La compañía siderúrgica encomendó el trabajo a la planta de Gijón, que suministró los raíles entre 2014 y 2015. Se trata de carriles de 36 metros de largo cada uno que cumplen los requisitos de seguridad, comodidad, durabilidad y mínimo impacto acústico que exigen la alta velocidad ferroviaria.

Sobre esos carriles fabricados en Asturias ya están circulando ahora en pruebas los trenes que cubrirán el trayecto Tánger-Casablanca. Se trata de un periodo de rodaje obligatorio para poder obtener la homologación que permitirá la apertura al público de la línea, prevista para este verano. Con el nuevo tramo de alta velocidad de doble vía Tánger-Kenitra, los trenes cubrirán los casi 300 kilómetros de distancia que separan Tánger y Casablanca en 2 horas y 10 minutos, frente a las cinco horas actuales.

Los 1.800 millones de euros destinados al proyecto ferroviario fueron objeto de críticas por parte de diferentes sectores que consideraron que el país norteafricano tenía otras prioridades, incluso en el ámbito de las infraestructuras, como la mejora de la red de carreteras. Además, esta primera línea forma parte de un ambicioso proyecto de red de alta velocidad en Marruecos que incluye 1.500 kilómetros de nuevos trazados que conectarán también ciudades como Marrakech, Agadir, Fes o Oujda y que son una nueva oportunidad de negocio para el tren de carril de Arcelor-Mittal en Gijón.

No obstante, la recuperación económica en España también ha contribuido a retomar el ritmo de desarrollo de la red de AVE y Arcelor-Mittal se está beneficiando de ello. En los últimos meses la compañía ha logrado la adjudicación de contratos de suministro de vías de alta velocidad para el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Así, el tren de carril de Gijón suministra raíles para el tramo Zamora-Pedralba del corredor Noroeste que une Madrid con Galicia, un contrato de más de 12,7 millones de euros. Además, Arcelor-Mittal está a la espera de la adjudicación definitiva del contrato de suministro de carril de la Variante de Pajares, un contrato con un presupuesto de 11,2 millones de euros que permitirá que el AVE llegue Asturias y que se acabe con la paradoja de que la región es uno de los principales fabricantes de raíles de alta velocidad pero carece de ellos en sus comunicaciones ferroviarias.

La de Gijón es una de las cinco fábricas de carril de Arcelor-Mittal, junto con la estadounidense de Steelton, la luxemburguesa de Rodange y las polacas de Dabrowa Górnicza y Chorzów. En carriles de alta velocidad Asturias es la referencia porque el Centro Global de I+D de Avilés cuanta con el Centro de Excelencia de Carril, donde una docena de investigadores trabajan en nuevos productos y procesos de producción que luego se aplican en todas las platas.

El tren de carril de Gijón cuenta con una plantilla de 256 operarios y una producción anual de 330.000 toneladas de carril, lo que equivale a 5.500 kilómetros, la distancia de Madrid a Nueva York. Tras una inversión de 30 millones de euros, la planta tiene capacidad desde el pasado año para fabricar raíles de 108 metros, que ya se han vendido para líneas de Francia y Reino Unido.