"La formación es fundamental. Sin trabajadores con formados y cualificación no es posible una economía cohesionada y avanzada", señalaron ayer Eduardo Aréchaga, director general de Confebask (Confederación Empresarial Vasca) y Asier Aloria, su director de Formación, durante un coloquio sobre la formación dual en el París Vasco al término de la asamblea anual de FADE. A juicio de los responsables de Confebask, "las personas van a ser la diferencia: hay que tenerlas (pasamos por un serio problema de población joven) y tenerlas preparadas con formación y cualificación. Esto es estratégico si queremos tener un futuro industrial".

El modelo formativo dual vasco se planteó mediante una acción conjunta de las empresas, las administraciones públicas y los centros de formación bajo el principio de contratos remunerados (o, en su defectos, becas) para los aprendices "desde el minuto uno" y con un fuerte "respaldo de los empresarios". Se basa también en el establecimiento de "pasarelas" entre la Universidad y la empresa, con doble titulación, y en no separar la formación profesional reglada de la dual en aulas distintas.

Según Confebasck, el modelo se planteó como "un objetivo de país", en el que la patronal plantea su propuesta al Gobierno vasco (con un partido u otro, "construyendo sobre lo construido") para los cuatro años siguientes, y en la que se abordan las necesidades formativas cambiantes de las empresas de forma flexible (planes a la medida para cada negocio), de forma muy rápida en la definición de los cursos (tres meses frente a dos o tres años en España y Alemania) y bajo cuatro objetivos: formación, innovación, emprendimiento e internacionalización.

El personal se forma también en el extranjero (lo han hecho 3.000 personas) pero con retorno al País Vasco porque se necesitan, dijeron, en la economía vasca. Con este modelo, afirmaron, se logra además integrar y comprometer al trabajador con la empresa.