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Asturias, entre las regiones de la UE más perjudicadas por la transición energética

Sólo seis países encaran un cambio de modelo mayor que el Principado

España ha alcanzo un grado de cumplimiento de transición energética a fuentes limpias y renovables tres décimas superior a la media europea, aunque aún está a mitad de camino del objetivo que pretende la Unión Europea como media del área para 2030. Cinco estados europeos ya alcanzaron la meta e incluso la rebasaron.

Asturias, con un gran peso de las plantas de generación con carbón y gas, tiene una posición mucho más rezagada y un cumplimiento por ello más difícil del compromiso de aportación de las energías verdes en el consumo final que exige la UE en acatamiento del pacto del Clima de París. Asturias tiene una aportación de las energías limpias del 9,6% al consumo energético final -según datos de la Fundación Asturiana de Energía (Faen)-, lo que, de tratarse de un estado europeo, situaría a la región entre los puestos 21.º y 22.º, sólo por delante de Chipre, Reino Unido, Bélgica, Malta, Países Bajos y Luxemburgo, según la última estadística europea difundida por Eurostat.

Con estas cifras (todas ellas actualizadas hasta 2016, la fecha más reciente de la que se disponen de datos tanto de Faen como de Eurostat), mientras las energías renovables aportan en Asturias el 9,6% del total de la energía consumida en la comunidad, en España se situaban en esa fecha en el 17,3% y en el conjunto europeo, en el 17%. España es el 14.º país por el grado de cumplimiento.

Tanto España como la UE duplicaron la contribución de las fuentes renovables desde 2004, el primer ejercicio sobre el que hay datos europeos comparables. Entonces el peso de las energías limpias era del 8,5% en la UE y en España se situaba en el 8,4%. El controvertido impulso a la transición energética realizada durante el primer mandato de Zapatero (y que la crisis económica internacional de 2008 paralizó) permitió que España, partiendo de una décima más atrás que la media europea en 2004, se situara dos décimas por delante del promedio al final de ese periodo.

Sin embargo, tanto el conjunto de los 28 países de la Unión como España están a mitad del camino para alcanzar el objetivo que Europa se ha impuesto con una aportación media en el conjunto de la UE en 2030 del 32%.

Las comunidades autónomas con más peso de la industria tradicional y de las instalaciones de energía fósil y contaminante, como Asturias, pretenden que a cada territorio se le exija el grado y velocidad de cumplimiento del compromiso de descarbonización de la energía de acuerdo con sus posibilidades y con su punto de partida para evitar distorsiones que afecten a su estructura productiva y a su perfil industrial. Asturias apenas ha recorrido un tercio de la senda establecida.

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