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La transición energética Las consecuencias

El posible cierre de la térmica de Soto de la Barca pone en peligro 200 empleos

Los sindicatos reclaman una alternativa para los trabajadores l La dueña, Gas Natural, apuesta por un negocio "basado en bajas emisiones de CO2"

Inquietud y malestar. Ese es el sentimiento de los trabajadores de la térmica de Soto de la Barca (Tineo), que está amenazada de cierre después de que su propietaria, Gas Natural Fenosa (que desde ahora pasará a llamarse Naturgy), pusiera en cuestión las inversiones medioambientales que debería de hacer para mantenerla con vida y funcionando a pleno pulmón más allá de 2020. En peligro están unos 200 empleos, la mitad de ellos directos, según los cálculos de los sindicatos que reclaman a la dirección de la compañía que ofrezca una alternativa a estos trabajadores. Su clausura supondría, según las centrales, la puntilla para una comarca (la del suroccidente) ya herida tras el cierre en cadena de sus explotaciones mineras.

"Esta es una central que lleva tiempo amenazada y que ya arranca de forma muy intermitente", señaló Julio César Areces, secretario del sector energético en el SOMA. Ahora, señala resignado, el objetivo será el de luchar para que los trabajadores puedan tener una alternativa digna. De concretarse, el de Soto de la Barca podría ser el segundo cierre de una térmica en Asturias en los últimos meses, después de que Iberdrola anunciara la clausura de Lada (Langreo) donde ha ofrecido recolocar a sus 90 empleados. En Tineo trabajan de forma directa un centenar de trabajadores a los que hay que sumar más de medio centenar de las subcontratas, y "muchos camioneros que cada día traen la mercancía desde El Musel", añade Areces. De hecho, el puerto gijonés ya está notando este cambio hacia unas energías más verdes. Sus tráficos de carbón térmico bajaron (entre enero y mayo) un 10%.

Areces destaca que la planta de Tineo dio "mucho dinero durante muchos años" por lo que reclamó a Gas Natural que reinvierta parte de aquellos beneficios en mejoras en la comarca. El posible cierre puede producir un pernicioso efecto en cadena. Así lo advierte el secretario general de la Federación de Industria de CC OO, Damián Manzano. El sindicalista reconoce que a esa zona de Asturias le aguarda un "futuro incierto". "Aquella fue una zona que se transformó, incluso físicamente, para albergar esa térmica", recuerda.

Manzano también alerta de que el cierre de las térmicas puede acabar conllevando una subida de la factura eléctrica que, a su vez, repercuta negativamente sobre la gran industria asturiana.

La reacciones políticas tampoco se han hecho esperar. El diputado regional del PP por el Occidente Matías Rodríguez Feito, planteó una pregunta al PSOE: "¿Ahora qué ¿Qué futuro aguarda a la central térmica de Soto de la Barca? Las noticias apuntan a que sería la puntilla para el concejo". Feito dijo que el Gobierno central está en la misma estrategia que Ciudadanos, Podemos e IU. "La central y el carbón son recursos autóctonos. No tiene sentido no aprovecharlos. Salvo porque el PSOE quiere convertir el occidente en un cementerio natural y en una reserva de indios".

Naturgy reiteró ayer en Londres, en la presentación de su plan estratégico para 2018-2022, su apuesta por un modelo energético compatible con el acuerdo de París sobre el cambio climático, basado en el bajo nivel de emisiones de CO2 y el aumento de la contribución de las energías renovables con el gas como colaborador. Su intención es pasar de un peso de las renovables del 2% (dato de 2016) al 6% en 2040, lo que supondría triplicar su aportación. El plan de Naturgy considera la "transición energética como una oportunidad" y programa inversiones por un monto de 8.400 millones hasta 2022.

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