La Comisión Europea no objeta en principio la oferta pública de adquisición de acciones (opa) que el grupo chino CTG ha lanzado sobre el 100% de la eléctrica portuguesa EDP, ni por la titularidad estatal del grupo asiático, ni por su nacionalidad china ni por la condición estratégica del sector energético. EDP es dueña en Asturias de la antigua Hidrocantábrico (actual EDP España), de la que ya posee el 23,27%.

A preguntas del eurodiputado socialista asturiano Jonás Fernández, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, informó, en nombre del ejecutivo de la UE, que "la Comisión no evalúa casos individuales de inversión extranjera directa" y que "la Comisión no estableció ninguna lista por países de sectores estratégicos". Según Malmström, y de acuerdo con las directivas europeas, la autoridad reguladora de cada país debe hacer una evaluación (y la Comisión Europea un dictamen no vinculante) cuando "la transacción repercute en los accionistas de un gestor de la red de transporte", pero EDP -indicó- es una "empresa de suministro y generación, y no un gestor de la red". No obstante, la Comisión señaló que todas las operaciones (incluida la de CGT sobre EDP) sí deben someterse a las preceptivas "normas de control de las concentraciones con el fin de verificar su impacto en la competencia efectiva". También indica que los estados deben hacer "evaluaciones de riesgo" sobre la seguridad de suministro.